Buenas nuevas. Lo que Gloria nos dejó...
Nadie hubiera imaginado que el 2024 terminaría en Neuquén sin vicegobernadora. A menos de un año de la asunción del frente Neuquinizate Gloria Ruiz obtuvo su título de inhabilidad moral y fue apartada del cargo. La decisión la tomó la legislatura neuquina por unanimidad. Un dato que exime de cualquier polémica al procedimiento. Incluso la izquierda y el bloque peronista eligieron retirarse del recinto antes de votar en defensa de Ruiz. El abanico de estrategias puestas en marcha por la investigada fue pobre, impreciso y poco convincente. La denuncia iniciada por el Banco Provincia de Neuquén, el accionar de la justicia, el tribunal de cuentas y la misma legislatura terminaron en un grueso informe sobre el mal manejo de los fondos públicos que la propia Ruiz terminó confesando como "desprolijidades administrativas".
La coyuntura, fiel a su naturaleza se irá diluyendo en el tiempo, perderá actualidad y reposará archivada en la memoria viva de los neuquinos para ser desempolvada eventualmente en alguna charla de café. Pero el hecho inaugura un cambio de inercia más profundo y relevante que no debemos soslayar. Después de muchos años, la mala administración de los fondos públicos es cosa juzgada, sienta un precedente y pondera la lucha contra la corrupción como una práctica a la que tal vez, y afortunadamente, tengamos que acostumbraros.
Los hábitos suelen ser inconscientes e invisibles. Quizá por ello, el manejo irregular y antojadizo de los recursos, las instituciones silenciosas, y la camaradería política aparezcan como usos y costumbres cuasi naturales junto a un entendible sentimiento de resignación social. Pero una vicegobernadora destituida, a manos de los diputados de su propio espacio político, viene a sacudir la modorra moral de la política neuquina y calibra una nueva vara hacia el Neuquén que viene.
Aunque el dato distintivo lo agregó el propio gobernador Rolando Figueroa. "En esta provincia no vamos a tolerar ningún acto de corrupción" sentenció el primer mandatario. Y aquí la novedad. Por primera vez, la lucha contra la corrupción se impulsa desde el oficialismo. Un tema que habitaba casi exclusivamente en la prosa discursiva de la oposición. Sin correr riesgos, quienes no tienen la posibilidad de administrar, suelen izar la bandera de la transparencia y encuentran resistencia en el gobierno de turno. Un juego de conveniencias que ha repartido roles durante años en la política sin ofrecer demasiados resultados en el objetivo de fondo. De allí que las palabras del gobernador ofrezcan un escenario con pocos o ningún precedente. El frente Neuquinizate propone invertir la carga e inaugura una nueva etapa: el propio oficialismo pide a la ciudadanía control, exige a las instituciones que funcionen y desorienta a quienes bajo la antigua lógica pretendan confundir conveniencia con convicción.
El rol del Estado... una tercera vía desde el sur
Podemos ir más allá. Tal vez uno de los tópicos más tradicionales de la ciencia política sea aquel que pregunta por del rol del Estado. Un interrogante omnipresente en la actualidad de la política argentina. Entre la prédica libertaria que restaura la idea del "Estado mínimo" y los últimos gobiernos peronistas que hicieron de lo público un ejemplo de turbia administración, probablemente exista espacio para un justo-medio que le devuelva dignidad a la administración de la cosa pública. Un sector público eficiente, austero y transparente, puede recuperar la oportunidad de transformar el Estado en un agente articulador y promotor del desarrollo sin despertar la ira de sus detractores naturales.
Conciliar libertad e igualdad, de eso se trata. Dos valores puestos en tensión por la grieta nacional que en el mejor de los casos ofrecerá excesos y espasmos de bienestar pasajero. ¿Por qué no pensar desde el sur, con relativa autarquía económica y consecuente independencia política, sugerir un modelo distinto? ¿Por qué no conjugar libertad económica con sustentabilidad social? La oportunidad está allí. La lucha contra el despilfarro y la corrupción apareció en Neuquén como un excelente punto de partida.
