La dimensión política de la barrera sanitaria
La resolución del Senasa reavivó las diferencias entre el gobierno central y los gobernadores patagónicos. La barrera sanitaria se metió de lleno en la política regional. El desafío de bajar precios, mantener el status sanitario y proteger a los pequeños productores.
La resolución intempestiva del gobierno nacional que flexibilizó la barrera en el río colorado despertó la discusión sanitaria, económica y política. Se trató de un intento de permitir el ingreso de carne con hueso desde las zonas libres de aftosa con vacunación hacia aquellas que, como la Patagonia, tienen status de "libre sin vacunación". Los gobernadores de Neuquén y Río Negro activaron sus reflejos y repudiaron la medida. Tras una reunión en Buenos Aires con el ministro de economía Luis "Toto" Caputo, el gobernador Rolando Figueroa consiguió la suspensión de la medida por noventa días. Una noticia que despertó la furia del gobernador de La Pampa, Sergio Siliotto, quién por esas horas se encontraba celebrando en redes sociales el "final feliz" del histórico reclamo pampeano.
La medida despertó todas las especulaciones: sanitarias, económicas y políticas. Expertos en salubridad animal se debaten entre quienes observan imprudencia en la medida y quienes argumentan que la fiebre aftosa no tiene un riesgo real significativo en Argentina. "Los muestreos realizados en los últimos años demuestran la ausencia de circulación viral en todo el Territorio Nacional" argumenta la resolución firmada por las autoridades del Senasa. Una discusión que, aunque importante, maquilla la dimensión económica y política del "boolper" de una decisión que tuvo vigencia durante solo veinticuatro horas.
Desde la prédica libertaria cualquier barrera arancelaria o paraarancelaria como el caso, implica un proteccionismo que desvirtúa la espontaneidad del mercado y genera precios por encima del equilibrio natural. Para los gobernadores patagónicos los precios de la carne en la Patagonia no guardan relación directa con la barrera sanitaria y flexibilizarla arrojaría una pérdida de status sanitario, sin mejora de precios para el consumidor y pondría en una situación complicada a los productores regionales. "No se trataría de una negociación win - win sino lose - lose" retrató ocurrente el ministro de economía de Neuquén Guillermo Koenig. Sobre mojado, la medida fue anunciada en plena comercialización. El perjuicio para el sector ganadero en la Patagonia ya es un hecho, a la espera de los noventa días de prórroga el producto se quedó sin precio y sin posibilidades de obtener liquidez en el corto plazo.
El gobierno neuquino lanzó una propuesta cargada de lógica. "Que el país tenga el mismo status sanitario (que la Patagonia), en vez de que se corra para abajo que se levante para arriba la barrera" explicó el ministro Koenig. Se podría traducir: si tan seguros están de que el riesgo de aftosa no existe en el país ¿por qué no declarar libre de aftosa sin vacunación a todo el territorio nacional? "Eso nos abriría la puerta a otros mercados y evitaría el problema de tener barreras internas en el país. Eso no se ha logrado y se ha generado el inconveniente de que Brasil sí. Al ser libre de aftosa sin vacunación, va a tener acceso a muchos países, incluso a la Patagonia. Esto es así porque la estructura de la política arancelaria del gobierno nacional lo permite" describió el gobernador Rolando Figueroa.
Más allá de la barrera, la tarea pendiente para los gobiernos patagónicos es reducir los precios de la carne con hueso. Cabe allí un serio tratamiento de la cadena de valor, la situación de productores y comercializadores, y el nivel de concentración desconcentración de la oferta en la región. No es tarea sencilla. Desde la política, implica una tensión entre defender a los productores y defender a los consumidores finales. Una ecuación que sólo podría resolverse evitando abusos y apostando a que los grandes beneficiarios del mercado local eviten los excesos a la hora de maximizar ganancias. El respaldo del sector público al empresariado local supone un compromiso de estos con la sustentabilidad de un modelo a largo plazo que incluya la equidad en la distribución de recursos. Sobre el camino que pretende el oficialismo el gobernador Rolando Figueroa arrojó una pista: "hay sectores del medio que están especulando".
Noventa días de diálogo traerán, se supone, nuevas definiciones sobre la fallida resolución. Una instancia que pondrá sobre la mesa argumentos sanitarios, económicos y políticos en los que cada uno buscará su línea argumental. Una vez más se pone a prueba la defensa de los intereses de los neuquinos frente al gobierno nacional.