La planta de licuefacción y los chicos sin clases
"Entre el gobierno de Axel Kicillof y el ejecutivo nacional la tensión política por el destino de "la inversión energética más importante de la historia" se llevaba toda la atención..."
Esta semana la región patagónica, sobre todo su norte, recibieron una gran noticia. En rigor, fue el resultado del trabajo conjunto entre el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck y de Neuquén Rolando Figueroa. Se trata de la decisión de las empresas YPF y Petronas de instalar una planta de licuefacción de gas en Sierra Grande. "Luego de un extenso proceso de evaluación técnico económico que realizaron los equipos profesionales de YPF y Petronas, se concluyó que la locación más ventajosa es la ciudad de Sierra Grande en la Provincia de Río Negro". Así argumentan oficialmente los inversores. Una forma de evitar cualquier connotación política de la iniciativa. Una aclaración necesaria. Entre el gobierno de Axel Kicillof y el ejecutivo nacional la tensión política por el destino de "la inversión energética más importante de la historia" se llevaba toda la atención.
Los oficialismos nor-patagónicos celebraron la decisión. Ambos gobiernos provinciales habían avalado el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones aprobado por el congreso, por ello, la noticia llega a modo de resultado rápido de la conveniencia de acompañar aquel nuevo esquema de incentivos fiscales. Una medida que había sido duramente criticada por opositores política adentro de las dos provincias. "Recuerdo que algunos criticaban el RIGI" resumió el ánimo, el diputado emepenista Osvaldo Llancafilo, estrecho colaborador de Figueroa en la provincia de Neuquén. Ni opositores descarnados ni oficialistas declarados, los neuquinizantes alcanzan a mostrar con la planta de GNL la pertinencia de sus relaciones con el gobierno libertario de Javier Milei.
Más allá del balance político, la instalación de la planta de GNL permitirá aumentar exponencialmente la capacidad exportadora de gas al mundo. Una concreción que hasta ahora tenía más entidad teórica que práctica. Federico Lutz, ministro de gobierno de la provincia de Río Negro estimó una "inversión inicial de cuarenta mil millones de dólares en un plazo de ejecución de aproximadamente seis o siete años". Incluso, el proceso de licuefacción inicial no deberá esperar tanto, "con una mínima infraestructura" se verán los primeros resultados en capacidad exportadora dentro del corto plazo.
Los chicos sin clases...
Las bondades del mundo Vaca Muerta son tan evidentes como el contraste con la actualidad social de la región. El "problema del recurso humano" no es menor. El despegue de la región, que incluye hasta un Polo Científico Tecnológico de primer nivel internacional, se da en un contexto de falta de neuquinos y neuquinas preparados para aprovechar la oportunidad. No puede ser de otra manera. Durante años el desgranamiento en el sector público de educación no hizo más que profundizarse. La semana que se fue dejó otro paro docente, mientras "los que menos tienen" la siguen viendo pasar y el presente de Vaca Muerta desnuda la obsolescencia del sistema educativo. La puja por el funcionamiento de la educación parece una película en blanco y negro frente al colorido potencial de la región.
Un grupo de diputados provinciales, Claudio Domínguez, Guillermo Monzani, Francisco Lépore y Marcelo Bermúdez, entre otros, redactan un proyecto de consulta popular para definir en las urnas el futuro del sistema público de educación. Una apuesta a la modernización que incluye definiciones técnicas, aunque sobre todo disputas políticas. El clima de época es evidente. No es el mejor escenario para las viejas estrategias sindicales de las viejas organizaciones conducidas por los viejos dirigentes. La sociedad reclama con razón un cambio. Las encuestas que tiene en mano la mesa chica neuquinizante dan cuenta de la situación. El setenta por ciento de los consultados apoya la ley del plus para docentes que no falten, cree en la existencia de certificados médicos "truchos, y atribuye el estancamiento del sistema educativo a los gremios. Todo ello mientras improvisa día a día la organización familiar frente a los paros y observa cómo se diluyen las posibilidades de sus hijos de cara al futuro mediato.
El próximo año el gremio ATEN dirime su conducción en un nuevo proceso electoral. "La forma de construir legitimidad frente a los compañeros y compañeras es dando la lucha frente a la patronal" resumió un histórico dirigente gremial. Algunos especulan con que ese es el verdadero motivo de la intensidad con la cual la dirigencia sindical se planta frente a las últimas medidas del gobierno neuquinizante. En rigor, la alianza entre los oficialismos y el ala moderada del sindicalismo siempre fue una lógica ordenadora. Los gobiernos sostienen a los menos combativos para evitar inconvenientes con los extremos marxistas y sus variedades. Pero los tiempos cambian. Un gobierno con viento a favor y alta legitimidad, ante un ánimo social que reclama cambios, goza de una excelente oportunidad para darle rigidez a sus iniciativas. Tal vez no exista mejor oportunidad para aprovechar contrastes. En el país que votó a Milei, una discusión con el ala izquierda sindical es una discusión ganada. De allí que algunos en el gobierno propongan desarmar estrategias pasadas y aprovechar el viento de cola que presta la ocasión. "Mientras más combativos ellos más respaldo para nosotros" resumió en off un operador político neuquinizante en los pasillos de la legislatura.
Con todo, el mundo Vaca Muerta se acerca cada vez más al nudo del asunto. Una región llamada a conducir años de bonanzas inversiones y desarrollo, en la cual conviven las oportunidades con la ausencia de capacitación de sus habitantes para aprovecharlas. Vaca Muerta es una inmensa realidad. La pregunta es quiénes estarán en condiciones de subirse a la prosperidad. Por ahora, la mayoría de los neuquinos no.