La salida del cepo para Neuquén
El gobierno nacional anunció la fase 3 de su modelo y cambió el escenario. Las medidas vienen cargadas de incertidumbre económica y especulaciones políticas de cara a octubre. ¿Cómo afecta la iniciativa libertaria a la provincia de Neuquén?
El gobierno nacional atravesaba el momento más complicado desde su asunción. El caso @Libra, el fallido intento de nombrar jueces a sola firma y un 3,7 de inflación que desdijo al propio presidente. El espinoso camino de los últimos dos meses puso a prueba los reflejos de la casa rosada y, finalmente, el viernes por la noche los libertarios hicieron el sorpresivo anuncio. Es cierto, el acuerdo con el FMI, el esquema de bandas cambiarias y la salida del cepo no se resuelven de la noche a la mañana. El anuncio tuvo que ver con la coyuntura y tal vez los tiempos se adelantaron. Aunque tamaña medida no puede atribuirse a una improvisación de última hora. Especulaciones al margen, Javier Milei retomó la iniciativa política y la agenda de cara a octubre asume nuevos parámetros.
Este lunes comenzará a repercutir la libre disponibilidad de dólares. La mayor parte de los analistas coinciden en que las primeras horas empujarán el precio de la moneda estadounidense a ejercer presión sobre el nuevo techo. El Banco Central deberá contener la situación comprando dólares en una suerte de intervención pública liberal. Los riesgos de una remake especulativa impulsada por las grandes corporaciones fue relativizada por el ministro Caputo apoyando sus expectativas sobre el equilibrio fiscal construido durante el último año. El número mágico se dejará entrever durante los tres días hábiles que preceden a la Semana Santa: ¿Cuántas reservas/día le llevará al Banco Central sostener el tipo de cambio por debajo de los mil cuatrocientos pesos? La pregunta política: ¿cómo impactará en la opinión pública el renacimiento de la inflación? Del otro lado, Cristina Kirchner y Axel Kicillof disputan bancas provinciales en una escena en blanco y negro que despilfarra oportunidades y huele a pasado. Un aliciente que permite a los liberales descansar en un margen político suficiente de cara a las próximas legislativas nacionales.
Mientras tanto, el gobierno neuquino encuentra en la devaluación un relativo oxígeno. La caída del precio internacional del petróleo junto al retraso cambiario, dos variables exógenas que desde la provincia no se pueden digitar, tienen a las cuentas públicas provinciales en una situación de obligada prudencia. La corrección cambiaria actualizará el ingreso por regalías, aunque el gasto público, incluidos los salarios atados al índice de precios, engrosarán también el ya abultado gasto corriente. Otra vez, la ecuación dependerá del número mágico, la corrección cambiaria y su traslado a precios determinará en buena medida la nueva ecuación ingresos/egresos para la administración Neuquinizate. Un dato es seguro, el recorte de gastos corrientes que Figueroa exige a sus funcionarios cobra actualidad. Algunos sectores de la propia estructura política gubernamental estarían despertando antipatías puertas adentro. Se trata de áreas con "cierta actitud amesetada" que podrían "emepenizar", en el mal sentido, el ritmo de la gestión y cederle terreno a los libertarios en la prédica del cuidado del gasto público. Una situación más política que económica que en la mesa chica Neuquinizate no estarían dispuestos a dilatar.
La caída de regalías en los últimos meses alcanzó el treinta por ciento. Si, como se especula, la corrección inicial del tipo de cambio escalara al 15 por ciento, la mejoría en los ingresos para la provincia sería solo parcial. El ajuste salarial que deberán afrontar las arcas del Estado provincial será del 9,7 por ciento según el acumulado trimestral. Una ecuación que a todas luces anticipa la necesidad de profundizar el esquema austero que la gestión Figueroa sostiene desde sus inicios.
La gestión de la coalición Neuquinizate tiene para mostrar récords de metros cuadrados en escuelas, kilómetros de rutas y obra pública por doquier. Una imagen asentada en logros tangibles que el cuidado del recurso, la eliminación del malgasto y el financiamiento internacional hicieron posible. La bandera del Estado proactivo invirtiendo en infraestructura es un activo político desde el cual el gobierno neuquino se diferencia con claridad de la casa rosada. El sector público involucrado en la redistribución de oportunidades es una bandera irrenunciable cuyo ritmo dependerá ahora del fino bisturí que el ministro Koenig aggiorne a la impredecible fase 3 del modelo económico nacional.
Todo ocurre, a nadie se le escapa, en el preámbulo electoral de cara a octubre. En Neuquén, neuquinizantes y libertarios se jugarán el electorado compartido que eligió Milei presidente / Figueroa gobernador. De allí que el ajedrez discursivo de coincidencias y diferencias comience a depender de sutilezas y de una disputa voto a voto que marcará la diferencia. Comienza, sin que se confiese, una larga campaña electoral.