Milei y Figueroa. La transparencia en la agenda de los oficialismos

Uno de los argumentos más eufóricos que ofrece Javier Milei frente a "la casta" es su pretendida lucha contra la corrupción de la "mugrosa" dirigencia tradicional. En rigor, el fundamento del libertario para congelar la obra pública en todo el territorio nacional se apoyó más en esa tesis que en el ahorro que el rubro pudiera agregarle al déficit cero. La construcción de la narrativa anticorrupción parece una estrategia acertada. Aunque la desocupación y la pobreza ascienden puestos en el ranking, buena parte de los ciudadanos argentinos ubican a la corrupción como uno de los grandes males junto a la inflación y la inseguridad. Según el último sondeo publicado por Opina Argentina, el 22 por ciento de los consultados la pondera como el problema más importante del país y son pocos quienes la excluyen del podio.

La apuesta oficialista no es del todo segura. Subir el tema a la agenda pública asume un riesgo político importante. La experiencia Pettovello, acusada de formar parte por una supuesta asociación ilícita y el desvío de fondos públicos alcanza como ejemplo. Sobre mojado, durante la jornada de este sábado, la ministra Patricia Bullrich denunció a su propio secretario de seguridad por interferir en una licitación de alimentos para el servicio penitenciario. "Este Gobierno ha asumido un compromiso con la transparencia de la gestión" explicó sin más la titular del ministerio de seguridad. La corrupción en la función pública es una costumbre adquirida de políticos, empresarios y sindicalistas difícil de erradicar sin ser salpicado. "Es un riesgo que estamos dispuestos a asumir" sentenció un libertario neuquino consultado. Sostener impoluta la gestión de gobierno es primordial para un "topo que quiere destruir al Estado desde adentro".

Esta semana, por motivos un tanto diferentes, la batalla contra la corrupción también volvió a sonar en la prédica del gobierno neuquinizante. Fue durante la presentación del plan de reactivación de obra pública. Se trata de un ambicioso programa para "lograr dentro de cuatro años que el 95% de todos los neuquinos tenga energía eléctrica, que el 90% tenga agua potable y que el 80% tenga redes de cloacas" según explicó el ministro de infraestructura Rubén Etcheverry. Durante la presentación se detalló además un esquema de prioridades que incluye obras de conectividad, educación y salud entre otros rubros. El financiamiento provendrá de un mix entre recursos propios, aportes empresariales y créditos internacionales. La novedad en este último sentido la aportó el financiamiento de 200 millones de dólares gestionados ante el Banco Interamericano de Desarrollo.

Volviendo al punto, el dato distintivo de la presentación lo aportó el novedoso "Sistema Unificado de Registro e Información (SURI)" en la provincia. Se trata de un registro público, consultable on - line para toda la ciudadanía, que detalla todos los datos de cada obra pública en tiempo de ejecución. Módulos de obra, información sobre los proyectos y su necesidad entre otros. "Además estamos adheridos al Ecosistema de Integralidad neuquino, trabajando en la eficiencia y transparencia de la información, que administra la OPTIC dependiente de la secretaría de Planificación y jefatura de gabinete" aclaró una vez más el ministro Etcheverry.

Pero los objetivos específicos del nuevo sistema los aclaró el propio gobernador durante su alocución en la presentación del ambicioso programa denominado "Edificamos Neuquén". El mandatario reiteró una exigencia que había preanunciado un mes atrás en el sur de la provincia. "No puede ser que las rutas más caras del país son las de Neuquén". Aunque el reclamo no se pareció en nada a un pedido de cuidar solo la estructura de costos. El líder neuquinizante fue más allá y advirtió "en Neuquén no va a existir un centavo de algún privilegio que se imponga por izquierda, si alguien pide algo indebido de un lado o si alguien ofrece algo indebido de un lado, hágamelo saber". Un mensaje al que solo le faltó la lista de nombres y apellidos, apuntado con precisión hacia el clúster de la obra pública que existe en la provincia desde hace muchos años. Se trata de un puñado de empresas constructoras que acuerdan el reparto de licitaciones y sus precios en coincidencia con el exponencial aumento del nivel de vida de los funcionarios intervinientes.

El avance sobre la transparencia en la que insiste el oficialismo provincial, es también una necesidad derivada de su objetivo central. A diferencia del modelo neoliberal nacional, Figueroa se propone defender el Estado desde el Estado mismo. Con ese horizonte, la eficiencia en el gasto y la pulcritud en la gestión se imponen como elementos clave. "Si una empresa es eficiente no importa si es pública o privada" sentenció el gobernador.

El criterio no es ingenuo ni extemporáneo. Aprobada la ley bases en al congreso, comienza en Argentina un proceso de privatizaciones masivas que interpelará a cada mandatario. El discurso sobre la ineficiencia y la corrupción en la administración de la cosa pública será reiterado una y otra vez por los principales voceros libertarios a lo largo y ancho del país. Es allí donde los gobernadores intentarán construir un discurso defensivo de las empresas públicas provinciales. Habrá que explicar la necesidad de sostener aquellas empresas estatales de la provincia. Para ello la austeridad, la eficacia y la transparencia deberán ser datos clave y en lo posible obvios para el conjunto de la ciudadanía.

Los resultados de la austeridad...

Este fin de semana, el gobierno provincial dio a conocer la compra de cuatrocientos vehículos considerados "esenciales". El origen de los fondos provino, según fuentes oficiales, del "programa de austeridad y de eliminación de gastos innecesarios" llevado adelante desde los primeros días de gobierno. Las nuevas adquisiciones incluyen camionetas para sociedades de fomento, ambulancias y vehículos para seguridad entre otros. La entidad de financiamiento será el Banco Provincia de Neuquén. Según detallaron fuentes gubernamentales, la posibilidad surge de la reducción en más de un cincuenta por ciento de la planta política, la reducción de contrataciones de personal por fuera de la planta política, la eliminación de celulares y alquileres innecesarios de movilidad para las distintas dependencias. El dato saliente en la descripción del ahorro lo aporta el mundial de motocross. El estado erogaba cada año dos millones de dólares para su realización. Este año, con la gestión neuquinizante recién asumida, todo el costo estuvo a cargo del sector privado.

Demostrar austeridad y eficiencia será una necesidad para los oficialismos durante el 2025. En la casa rosada para desguazar el Estado, en roca y rioja para defenderlo. Dos motivaciones distintas y hasta contrapuestas que se imponen en la agenda camino a la prueba electoral por el dominio del congreso nacional.