¿Qué pasa con el Puente de la Rinconada?
Desde Nación se arriesgó una fecha de posible finalización de los trabajos y reflotó, así, la vieja historia del puente inconcluso.
Cuando hace apenas unos pocos días, el jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos, vaticinó la fecha de finalización del puente de La Rinconada, hubo algo así como un renacer de las esperanzas, pero también alguna que otra mueca de escepticismo. La nueva fecha sería julio o agosto. Terminar una obra en medio de la veda climática suena extraño y hasta irónico tratándose de un puente que no se terminó en veinte veranos. Pero la esperanza siempre merece aflorar.
La idea nació allá por 1998 durante el gobierno de Don Felipe Sapag. La primera adjudicación de la obra data de 2006. Una iniciativa para agilizar el tránsito en el ingreso desde el norte a la zona turística más próspera de la cordillera neuquina. La desidia ya tiene su propia zamba y un lugar en el humor del folklore local.
Ubicado en la Ruta Nacional 40, sobre el río Collón Curá y a una treintena de kilómetros de la localidad neuquina de Junín de los Andes, el puente será fundamental para dinamizar la circulación vehicular entre la región Confluencia y localidades por excelencia turísticas como San Martín de los Andes y, vía siete lagos, Villa La Angostura.
La intención atravesó los gobiernos de Jorge Sobisch, Jorge Sapag y Omar Gutiérrez. Este último realizó reiterados reclamos a los gobiernos nacionales de Mauricio Macri y de Alberto Fernández, pero los trabajos no salieron de su ritmo cansino, por lo que el ex - gobernador no consiguió su anhelado corte de cintas. Ahora es el turno de Rolando Figueroa, quien le propuso al gobierno de Javier Mieli, que realice el traspaso de la obra a la provincia para poder terminarla.
Fue en octubre último cuando, ante la pasividad de Nación, Figueroa pidió que se aceleren los tiempos o que transfieran la obra a la provincia, tal como sucedió con los trabajos en las rutas que ahora están activos pese a la paralización general de la obra pública nacional.
Figueroa tiene un as en la manga. Sabe y lo ha dicho que el 18 de julio de 2016, hubo un acuerdo a partir del cual la Provincia se comprometió a realizar la construcción del puente sobre el río Curi Leuvú y cumplió. Mientras que Vialidad nacional se comprometió a hacer lo mismo con el puente de La Rinconada que todavía se encuentra en "veremos". Más allá de la fecha que dio a conocer esta semana el ministro Francos, la provincia realizó gestiones para que los trabajos no se detengan. De aquí a julio o agosto restan tres o cuatro meses, por lo que no hay que esperar demasiado para saber si, de una vez por todas, habrá o no un nuevo puente de La Rinconada.
La obra representa algo más que una necesidad en materia de conectividad terrestre. Es también prueba fehaciente de la desidia en la obra pública que caracterizó a los últimos gobiernos nacionales y provinciales. Más de dos décadas de un atraso caro e inexplicable. La gestión Neuquinizate incorporó en su agresiva agenda de obras el desafío de destrabar la maraña administrativa con el Estado nacional y terminar el puente. Los libertarios desde Buenos Aires se comprometieron a finalizarla. Aún sin novedades, la última promesa la arriesgó el ministro Francos esta semana en el congreso: "Julio o Agosto" dijo el jefe de gabinete nacional ante la pregunta concreta del diputado nacional Osvaldo Llancafilo. Todos se preparan para una foto histórica y a pocos días de una elección nacional. Quien te dice... en una de esas...