El Gobierno Nacional presiona para suspender el Sudamericano Sub-20
El gobierno de Javier Milei busca que la Conmebol suspenda o traslade el Sudamericano Sub-20 por supuestos riesgos en Venezuela. La AFA y otras federaciones ratificaron su participación.
El gobierno de Javier Milei volvió a intervenir en el ámbito deportivo al anunciar que iniciará gestiones para suspender o cambiar la sede del Sudamericano Sub-20, programado para enero en Venezuela. Según la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, la seguridad de los jugadores argentinos estaría en riesgo.
Bullrich fue la primera en señalar esta preocupación, aludiendo a un supuesto peligro de secuestro para los futbolistas juveniles. "Argentina no puede exponer a los chicos", declaró, refiriéndose también al reciente caso del gendarme Nicolás Gallo, detenido en Caracas bajo cargos de terrorismo. Francos reforzó esta postura al calificar a Venezuela como un lugar "violento y poco apto para la competencia internacional".
Patricia Bullrich pidió que la Selección Sub 20 no viaje a Venezuela, pero Tapia frustró el boicot al torneo.
Sin embargo, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) confirmó que la Selección Sub-20 participará del torneo. Desde la AFA, su presidente, Claudio Tapia, señaló que no pretenden involucrarse en disputas políticas y garantizó la preparación del equipo para el certamen. Una postura similar adoptó la Confederación Argentina de Básquetbol (CABB) respecto a su participación en la Americup, también en Venezuela.
El gobierno de Uruguay se sumó al pedido de reconsiderar la sede del Sudamericano, mientras que otros países sudamericanos han mantenido silencio al respecto. La Conmebol, en tanto, indicó que monitorea la situación, pero aún no dio señales de que evalúe trasladar el torneo. Venezuela, anfitrión de la XXXI edición del campeonato, ya fue sede en cuatro ocasiones anteriores.
Ignacio Alonso, el presidente de la AUF, dijo que seguirán las directivas de la Conmebol.
Las tensiones entre Buenos Aires y Caracas han escalado desde la detención de Gallo, un episodio que el gobierno argentino ha usado como argumento para cuestionar la seguridad en el país anfitrión.
Con esta jugada, el Ejecutivo argentino busca presionar a la Conmebol para obtener un cambio que, de concretarse, podría reconfigurar las relaciones diplomáticas y deportivas en la región.
Fuente: Medios
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