Estuvo preso por violar a una niña y ahora competirá en los Juegos Olímpicos

El jugador de beach vóley Steven Van de Velde, condenado a 4 años de prisión en 2016 por violar a una menor, estará en los Juegos Olímpicos y representará a su país, Países Bajos. Eso sí, lo hará rodeado de polémica y en condiciones muy diferentes a las del resto de su equipo: no irá a la Villa Olímpica y no declarará ante los medios.

Esta fue la decisión del jefe de misión de la delegación neerlandesa, el exnadador Pieter Van Den Hoogenband, que tratará con ello calmar las aguas alrededor de un escándalo que ha generado gran tensión en la previa olímpica y que seguramente traerá mucha cola durante la competición.

La polémica historia del deportista neerlandés se remonta al año 2016, cuando, a sus 19 años y durante una etapa en Gran Bretaña, fue condenado por violar a una joven de 12. 

Su caso, pese a alegar que las relaciones fueron consentidas, fue resuelto con una condena de violación con una pena de 4 años de cárcel.

Cumplió parte de ella en Reino Unido antes de ser trasladado a su país natal, donde, con asesoramiento, pudo aferrarse al cambio de consideración del delito por el código penal neerlandés (allí no es considerado violación, sino delito sexual) y quedar en libertad.

Zanjado el caso, el deportista volvió a la competición y su desempeño le  permitió llegar como convocado a los Juegos Olímpicos de París, algo que rápidamente provocó la reacción de varios organismos internacionales. 

Las organizaciones Sport & Rights Alliance para deportes más seguros, The Army of Survivers y Kyniska Advocacy instaron al Comité Olímpico Internacional (COI) a revisar el caso y a prohibir su participación al suponer "una falta de respeto para la víctima".

Sobre su caso, el propio deportista expresó recientemente:

"No puedo dar marcha atrás, así que tendré que asumir las consecuencias, ha sido el mayor error de mi vida".