Remando por la naturaleza: éxito total en la octava edición de las 32 millas del Limay
Palistas de Argentina y Chile se unieron en una emocionante travesía que no solo desafió sus habilidades, sino que también dejó una huella ecológica positiva. Descubre cómo este fin de semana fue mucho más que una competencia.
Más de 200 competidores desataron su pasión por el canotaje en la octava edición de las 32 Millas del Limay, una regata que no solo se trata de remar rápido sino de cuidar nuestro entorno. El evento, organizado por Quatro Vientos Aventura y respaldado por el Ministerio de Turismo, la municipalidad de Plottier y NeuquénTur, se convirtió en una fiesta acuática de camaradería y compromiso ambiental.
En un recorrido de 60 kilómetros que unió las pintorescas ciudades de Senillosa, Plottier y Neuquén, palistas provenientes de distintos puntos de Argentina y Chile participaron en modalidades que iban desde la competición pura hasta el turismo recreativo, utilizando kayaks olímpicos y travesías individuales o dobles.
La primera etapa arrancó el sábado 2 de marzo desde Arroyito hasta China Muerta, con una distancia de 22 kilómetros que puso a prueba la destreza de los participantes. La segunda etapa, bajo la modalidad contrarreloj de seis kilómetros, mantuvo la emoción en lo más alto. Finalmente, la tercera y última etapa el domingo 3 de marzo, con un recorrido de 32 kilómetros desde China Muerta hasta Neuquén Capital, tuvo como escenario el Balneario Albino Cotro, donde la competencia llegó a su apoteosis acuática.
En la ceremonia de premiación, el ministro de Turismo, Gustavo Fernández Capiet, no solo entregó trofeos y medallas, sino que también celebró el compromiso de los participantes con la conservación del medio ambiente, destacando la importancia de eventos como este para promover el turismo sostenible en la región.
Pero esta edición fue más que una competencia deportiva. Bajo la campaña "Por cada palista un árbol", se plantarán especies nativas en el Área Natural Protegida Rincón Limay, una iniciativa que busca restaurar una milla del bosque de la ribera del río Limay. Participantes e instituciones se sumaron activamente al proceso de planificación, asegurando la biodiversidad y la restauración del entorno, demostrando que remando por la naturaleza, también se gana en conciencia ambiental.