Un neuquino ganó el segundo puesto de un campeonato internacional de asado
El chef asador, originario de Villa La Angostura, logró el segundo lugar en la competencia que se llevó a cabo en Talca, Chile. El evento reunió a más de 20 equipos de asadores de América Latina.
El talentoso asador argentino Martín Páez, oriundo de Villa La Angostura, se alzó con el segundo premio en la Competencia Internacional del Asado, un evento culinario que se celebró en Talca, Chile, como parte de la Fiesta Costumbrista del Chancho.
Este certamen reunió a más de 20 equipos de asadores provenientes de países como Perú, Venezuela, Argentina y, por supuesto, Chile.
El equipo argentino, liderado por Martín Páez, sobresalió en la categoría de asado, obteniendo el segundo lugar en dos de las cinco categorías en competencia: costillar y malaya. Junto a sus compañeros Pitu Alfieri, Carlos Oliveto y Luis Ramírez, Páez deleitó a los jueces y visitantes con estos sabrosos platos, acompañados de una variedad de salsas y guarniciones que resaltaron la destreza y pasión de los asadores argentinos.
La Asociación Chilena de Asadores, encargada de la organización, logró establecer un puente gastronómico y cultural entre los equipos de diferentes partes del continente. El reconocimiento obtenido por el equipo argentino no solo resalta su habilidad en la parrilla, sino que también les brinda la distinción de ser invitados a participar en la próxima edición del torneo, que se llevará a cabo en octubre en Santiago de Chile.
Martín Páez, quien ya había ganado el Torneo Nacional de Asadores a la Estaca en 2022 junto a Franca Cendra, demuestra una vez más su excepcional destreza en el arte del asado. A sus 38 años, este apasionado cocinero ha dejado una huella imborrable en la escena culinaria. Su amor por los ingredientes locales le ha valido el título de Embajador de la Gastronomía Neuquina, en reconocimiento a su contribución a la promoción de la auténtica cocina regional.
Páez, cuya pasión por la montaña lo llevó a establecerse en Villa La Angostura, combinó su fascinación por los lobos con su habilidad en la cocina, inspirando el nombre de su restaurante, "Lobo".
Su viaje culinario comenzó a los 18 años en la ciudad de Buenos Aires y, desde entonces, ha evolucionado hasta convertirse en un respetado experto gastronómico, llevando consigo el sabor de la Patagonia a los rincones más selectos de la alta cocina argentina.
Fuente: Medios