Condenan a prisión perpetua a los cuatro asesinos de Otoño Uriarte
Luego de dos décadas y una investigación plagada de irregularidades, la Justicia de Río Negro condenó a prisión perpetua a los cuatro responsables del secuestro y asesinato de Otoño Uriarte.
Luego de más de 18 años de espera, la Justicia de Río Negro dictó prisión perpetua para los cuatro responsables del secuestro y asesinato de Otoño Uriarte. José Jafri, Néstor Cau, Maximiliano Lagos y Germán Antilaf fueron hallados culpables y deberán cumplir la pena máxima establecida por la ley.
Un crimen marcado por la impunidad y la negligencia
Otoño Uriarte, de 16 años, desapareció el 23 de octubre de 2006 cuando regresaba a su hogar en la zona rural de Fernández Oro. Desde entonces, la investigación estuvo plagada de irregularidades, con pruebas perdidas, cambios de impuestos y sospechas de complicidad policial.
Durante años, la causa estuvo en un limbo judicial bajo la responsabilidad de la jueza María del Carmen García García, quien fue destituida por mal desempeño.
La falta de respuestas convirtió el caso en un emblema de la impunidad en Río Negro. La Cuarta Circunscripción Judicial, creada para esclarecer crímenes sin resolver en la región, tuvo en este caso su primer gran desafío y fracasó. La burocracia y las omisiones fueron tan extremas que el padre de Otoño recién pudo reclamar el cuerpo y el certificado de defunción de su hija el año pasado, a pesar de que sus restos estaban en la morgue judicial desde 2007.
Una sentencia que llega tarde
El tribunal consideró que no hay atenuantes para los condenados y los coautores del crimen, ya que todos participaron en la planificación del secuestro y en la ejecución del asesinato. La condena a prisión perpetua no admite reducciones ni beneficios, aunque se espera que los abogados defensores presenten apelaciones ante el Superior Tribunal de Justicia para intentar evitar que los responsables pasen el resto de su vida tras las rejas.
La lucha de la familia de Otoño Uriarte y la presión social lograron que, tras casi dos décadas de impunidad, se hiciera justicia. Ahora, el desafío es que crímenes como este no vuelvan a quedar en el olvido.
Fuente: Medios