Día Internacional de la Mujer: ¿por qué se celebra el 8 de marzo y cuál es su origen?
El origen de esta fecha se remonta a una protesta por igualdad de condiciones laborales en Nueva York, donde murieron 129 mujeres.
El 8 de marzo, conocido como el Día Internacional de la Mujer, es una fecha conmemorativa que destaca la lucha por la igualdad de género, la participación femenina en la sociedad y el reconocimiento de los derechos conquistados a lo largo de la historia.
Te contamos la historia detrás de esta gran lucha
No quedaron registros de los cánticos que, con toda certeza, entonaron las obreras textiles de Nueva York cuando salieron a las calles entre 1908 y 1911 para protagonizar algunas de las primeras huelgas lideradas por mujeres. Exigían reducción de la jornada laboral, igualdad salarial-los hombres en los mismos puestos cobraban más-, horario de lactancia y la creación de un sindicato.
Esas jornadas, marcadas por la tragedia y la represión, se convirtieron en un símbolo de la lucha por los derechos de las mujeres y la igualdad de género. Su origen está ligado a la resistencia de aquellas trabajadoras que, además de reclamar mejores condiciones laborales, exigían el derecho al sufragio y el reconocimiento de sus derechos políticos y sociales.
Con el tiempo, la fecha se consolidó como un emblema global de resistencia, evidenciando las desigualdades de género que aún persisten en distintos ámbitos.
En 1977, la Asamblea General de las Naciones Unidas oficializó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, (que había sido institucionalizado dos años antes, en 1975), reforzando su significado como una jornada de reflexión, reivindicación y acción por la equidad.
Desde entonces, la fecha es motivo de movilización en todo el mundo: marchas, huelgas y actividades visibilizan la violencia de género, la brecha salarial, la precarización laboral y otras formas de discriminación que siguen afectando a las mujeres.
El incendio de la fábrica Triangle Shirtwaist, la tragedia que impulsó el cambio
El 25 de marzo de 1911, una tragedia sacudió Nueva York y marcó un punto de inflexión en la lucha por los derechos laborales. Un voraz incendio arrasó los tres últimos pisos de la fábrica Triangle Shirtwaist, donde quedaron atrapadas más de 140 trabajadoras
Las puertas estaban cerradas con llave. Esa práctica era común en los dueños que pretendían controlar a las empleadas, a las que más de una vez acusaban de robo. Sin salidas de emergencia accesibles, las llamas y el humo sellaron el destino de las obreras.
Días antes del siniestro, miles de mujeres en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza habían marchado exigiendo mejores condiciones laborales, derecho al voto y el fin de la discriminación en el trabajo. Sin embargo, en la fábrica Triangle, estas demandas fueron ignoradas.
A las 16:45, el fuego se propagó rápidamente por los pisos 8, 9 y 10 del edificio Asch. Las trabajadoras murieron calcinadas, asfixiadas o aplastadas por los escombros. Algunas, en un acto desesperado, se arrojaron por las ventanas, en una escena que horrorizó al mundo. Pauline Pepe, una de las pocas sobrevivientes, recordaría años después: "Todo estaba lleno de cuerpos. Fue terrible, nunca lo olvidaré".
El 11 de abril de 1911, los propietarios de la fábrica, Isaac Harris y Max Blanck, fueron acusados de homicidio culposo, pero en diciembre fueron absueltos. Años después, en 1917, solo fueron obligados a pagar 75 dólares por cada víctima.
A pesar de la impunidad, la tragedia provocó cambios en la legislación laboral de Estados Unidos. Se impulsaron nuevas normas de seguridad industrial y se fortalecieron los sindicatos femeninos, marcando el inicio de una nueva era en la lucha por los derechos de las trabajadoras.
Movimientos feministas y su influencia global
El Día Internacional de la Mujer ha sido impulsado por los movimientos feministas, que han desempeñado un papel clave en la conquista de derechos fundamentales como el voto, la legalización del aborto o la igualdad salarial.
Organizaciones como el movimiento #MeToo, Ni Una Menos o la Marcha Mundial de las Mujeres han contribuido a visibilizar las desigualdades de género y a exigir la implementación de políticas públicas que garanticen la equidad.