Emprendedorismo: Dos amigos brindan un servicio “puerta a puerta” para las mascotas

Lucciano Iacobucci y Tomás Vila Giugno son amigos de la infancia. Tienen 22 años, uno estudia ingeniería y el otro, abogacía. Aunque parezcan ajenos a los intereses de la veterinaria, la pasión de ambos por los animales -y la inquietud por aportar un servicio “puerta a puerta” en plena pandemia- decidieron asociarse para crear Pet Market. Tal el resultado de su emprendimiento que hoy, a dos años de iniciado, amplían su negocio online y siguen creciendo a fuerza de “confort” y “confianza” que brindan.

“Pet Market surge en la pandemia, empezamos a vender una marca de alimentos para mascotas que un conocido traía de Buenos Aires, pero a vender a través de pedidos por whatsapp o las redes sociales nuestras y los entregábamos en las casas del barrio”, cuenta Tomás  sobre los inicios de este servicio de pet shop móvil que hoy mantiene su principal cualidad de atender a los clientes a domicilio.

Este emprendimiento fue creado en el contexto de pandemia con el propósito de brindar un servicio de asesoramiento y entrega de alimentos y accesorios para mascotas sin costo, puerta a puerta y sin contacto. Hoy la empresa se expande en el Gran Mendoza. 

“Nos dedicamos a la venta minorista y mayorista de alimentos y accesorios para mascotas, además de brindar asesoramiento y recomendaciones sobre las necesidades que presentan las mascotas constantemente, tales como alimentación, atención veterinaria, peluquería canina, hotel canino, paseadores, etcétera”, detallan sus responsables. Y proyectan en un futuro "poder dar todas estas soluciones de manera integral y directa desde Pet Market”.

“En ese momento de pandemia se había puesto de moda la entrega de productos o servicios sin contacto, así que llevábamos las bolsas de alimentos -que son pesadas y difíciles de transportar para las personas mayores, sobre todo- y las dejábamos en las puertas de las casas. Resultó porque es un servicio que ofrece confort y confianza al cliente”, destaca Lucciano. Y Tomás completa: “Después los clientes nos transferían o pagaban de alguna forma, es gente del barrio que conocemos y nos conocen desde niños; eso hizo fortalecer la propuesta y que crezca”.

Lucciano aporta que la amistad entre ambos benefició esta modalidad de negocio, ya que “nos entendemos muy bien, hay una confianza absoluta y es un proyecto que nos permite seguir estudiando”. Sobre por qué se inclinaron hacia el rubro veterinario, explica que “en ese momento de pandemia había un poco de desabastecimiento de alimentos para perros y gatos, no era fácil conseguir marcas de calidad o alimentos medicados”.

Describen su servicio como personalizado, ya que “nos piden determinado producto o lo que necesiten y nosotros nos movemos para conseguirlo”.

Por eso han incorporado el asesoramiento en relación precio-calidad o de acuerdo a la mascota y sus antecedentes de salud o edad. “No somos veterinarios, pero trabajamos con ellos y nos asesoramos, en estos años hemos aprendido un montón”, afirman los jóvenes vecinos del barrio privado Dalvian, uno de los complejos residenciales más importantes de la región de Cuyo que cuenta con unos cinco mil residentes.

Y confirman las bondades de su emprendimiento: “Aparte de llevar el servicio a la casa, de que no haga falta que esté ahí para pagarte y recibir su pedido, brindamos asesoramiento con todas las líneas de alimentos para mascotas. Si no lo tenemos en stock, en 24 horas lo conseguimos”.

Y Tomás sostiene: “Apuntamos a brindarle comodidad a la gente, que tener una mascota no sea un problema para sus vidas”.

“Hacemos ventas mayoristas, por ejemplo a Perritos de los Caniles Mendoza. Pero sobre todo es distribución a los clientes, adaptándonos a las necesidades o requerimientos de cada uno”, apunta Tomás. Platitos, huesitos, correas, cuchas, todo lo que el cliente necesite, además del alimento, ellos lo consiguen.

A dos años de iniciado el emprendimiento, Pet Market crece sin parar. Y reafirma su propósito de “crear soluciones” para la comunidad, según definen sus dueños.

Otro proyecto en mente es eco-sustentable. “Consiste en la instalación de puntos de recolección de bolsas plásticas de alimento vacías en puntos estratégicos del barrio para su posterior traslado a una planta de reciclaje y darle un segundo uso a todo el plástico que de otra forma se desecharía ya que estos envases de alimentos no son biodegradables”, anuncian sobre este movimiento ecofriendly que buscan generar en el barrio Dalvian dónde actualmente desarrollan su microemprendimiento. 

Por Carolina Baroffio