Fiestas de divorcio: una tendencia con cada vez más aceptación
En una sociedad que a menudo considera la separación como un revés, este tipo de celebraciones pueden ofrecer a los recién divorciados la oportunidad de recuperar sus narrativas y de poner un punto y final a una etapa de sus vidas.
Un divorcio suele ser un proceso que se recibe entre sentimientos de pena o pérdida. Sin embargo, celebrar una fiesta de divorcio está siendo una práctica cada vez más común. La agencia madrileña Kubalu Events se dedica a realizar este tipo de eventos. “Habíamos oído hablar de este tipo de eventos antes, pero hasta el último año nunca nos había llegado ninguna solicitud. Últimamente hay más movimiento, se está poniendo de moda”, contó recientemente, Marta Odériz, fundadora del espacio.
Este tipo de fiestas empezaron a ser populares en Estados Unidos hace más de una década. Fue Christine Gallagher, autora del libro The Divorce Party Handbook quien comenzó a promoverlo en Los Ángeles desde 2008.
Este fenómeno atrapó a varias celebrities que han sido parte de la tendencia. Una de las pioneras fue Madonna, quien en 2009 realizó una recepción en el Ritz Carlton Hotel, tras su primer concierto en Boston por su gira internacional Sticky & Sweet, para conmemorar el fin de su relación con el cineasta británico Guy Ritchie.
Katy Perry, quien se divorció del cómico británico Russell Brand en 2011 tras 14 de meses de matrimonio es otro ejemplo. Según reveló en la edición estadounidense de la revista Vogue, su entonces marido le pidió el divorcio por mensaje de texto en la víspera de Año Nuevo. Meses después de formalizar la separación, la intérprete organizó un fiesta en su casa, reuniendo a sus amigos para celebrar su soltería, coincidiendo con la fecha del que iba a ser su segundo aniversario de boda. Según dijo, aquella cita, la ideó para animarse y afrontar ese día con optimismo.
Fiestas de divorcio: antes que la muerte nos separe
La organización de este tipo de eventos apenas difiere de una fiesta convencional. Sin embargo hay algunos ritos especiales, como “la rotura del lazo”, donde se pone un lazo de un lado al otro de la sala y la persona que se divorcia lo corta como símbolo de que el matrimonio se ha acabado. En cuanto al catering también suele contener detalles propios.
Rosalía Álvarez, psicoanalista de pareja y familia de la Asociación Psicoanalítica Argentina y de la Asociación Psicoanalítica de internacional, sostiene ante todo que se debe descubrir que tal vez la persona con la que nos casamos y con la cual pensamos que era para siempre, deja de serlo por diversos motivos. “Desde allí puede ser un motivo de festejo, digamos, por haber podido atreverse en esta cosa epocal que vivimos, a realmente poder terminar lo que alguna vez comenzó sin pensar que la vida allí se termina. O tener que soportar una unión para siempre a pesar del sin amor, sin buen sexo o sin proyecto común, o sin momentos de felicidad”, explica Álvarez.
¿Podrían llegar a popularizarse este tipo de celebraciones? Es probable que en unos años se haya puesto de moda y se convierta en un evento más como puede ser una despedida de soltera. La gente por lo pronto ya está hablando de esto: ya existe un hashtag, #DivorceParty, que acumula más de 60.000 publicaciones en Instagram. Allí se pueden ver numerosas imágenes de pasteles y dulces que incluyen mensajes como “Feliz divorcio”.
Fuente: Infobae