El asesinato en un kiosco de Buenos Aires y las posibles conexiones con Neuquén
La identidad del hombre asesinado en un kiosco de Buenos Aires, abrió un entramado de hechos que conectan con el secuestro de 780 kilos de cocaína en Caviahue.
El mundo del crimen, y del narco-crimen en particular, está tan conectado que a veces puede producir escalofríos esta sola certeza de organizaciones sin territorios ni límites, que operan a nivel global; y algo de esto asomó en el caso del asesinado en el kiosco, esta mañana, en Buenos Aires, pues el esclarecimiento de su identidad y antecedentes conecta con otro crimen, y éste, a su vez, con el gran operativo de secuestro de cocaína realizado en Caviahue este mismo año, en el mes de julio.
Lo cierto es que la víctima del crimen sicario en Recoleta, caído por tres balazos en la espalda, fue identificada como Fabián Sturm Gardon, un ciudadano uruguayo con nacionalidad española, quien había abandonado su hogar por temor a ser asesinado, según relató su esposa a las autoridades.
Sturm Gardon, de 42 años, tenía pedido de captura por matar a su vez a Marcelo González Algerini (36), de cuatro tiros, en Pilar. A su vez, González Algerini estaba vinculado a una red de narcotráfico internacional que operaba en Argentina. Esa red es la que estuvo investigada con el operativo que decomisó 780 kilos de cocaína, en julio de este año, en Caviahue, de Neuquén.
Esos casi 800 kilos de cocaína constituyen todavía hoy el cargamento de droga más importante requisado en esta provincia. La droga fue incinerada después en el crematorio del cementerio central de la capital neuquina, en un acto en el que estuvo la ministro de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
Ahora, la Policía investiga si el crimen del kiosco en Buenos Aires fue ni más ni menos que una represalia en una serie de ajustes de cuentas relacionados con el narcotráfico.
El crimen, de esta manera, conecta Uruguay, Argentina, España, Buenos Aires y Neuquén. Una globalidad que asusta.
Fuente: Medios.