La fuga del paraguayo Torales Portillo revela fallos en la Justicia y la Policía

La fuga de Alexis Torales Portillo ha generado una intensa polémica que pone en la mira tanto a la Justicia neuquina como a las fuerzas policiales. El narco paraguayo fue detenido el pasado sábado en un operativo que comenzó cuando una patrulla de la Comisaría 3° lo interceptó tras una persecución de 8 kilómetros, luego de haber sido visto amenazando a una persona con un arma de fuego en plena vía pública. 

A pesar de la detención y la incautación de su vehículo, un Peugeot 3008, la falta de coordinación y la demora en la tramitación judicial permitió que Torales Portillo fuera liberado antes de que se descubriera la verdadera magnitud del crimen: dentro del auto se encontraban 37 kilos de cocaína.

Un procedimiento lleno de irregularidades

La cronología de los hechos revela fallas importantes en la articulación entre las distintas esferas judiciales y policiales. Tras la persecución y posterior detención de Torales Portillo, la Policía solicitó la orden de requisa a la fiscal de turno, Noelia Stillger, quien debía gestionar la habilitación con la jueza de Garantías. Sin embargo, esta orden no llegó a tiempo. Mientras tanto, el vehículo fue trasladado a la comisaría del barrio El Progreso, donde permaneció estacionado bajo custodia, esperando la autorización judicial. Las horas pasaron y, al no poder revisar el auto en el tiempo estipulado por el Código Procesal Penal de Neuquén, Torales Portillo fue liberado, ya que no tenía causas pendientes en la Justicia local.

Recién el lunes, dos días después de su liberación, la jueza Carina Beatriz Álvarez emitió la orden de requisa. Fue en ese momento cuando los oficiales, junto a testigos civiles, abrieron el vehículo y encontraron no solo el arma que originalmente se buscaba, sino también ladrillos de cocaína, con un total de 37 kilos. La cantidad de droga hallada dejó en claro que no se trataba de un hecho menor y que, por el contrario, se estaba frente a una operación de narcotráfico de gran escala. Sin embargo, ya era demasiado tarde. Torales Portillo, sabiendo que el hallazgo era solo cuestión de tiempo, desapareció tras ser liberado.

¿Dónde está Alexis Torales Portillo?

La búsqueda del narco paraguayo se intensificó en las últimas horas, pero hasta el momento no hay pistas claras sobre su paradero. El domicilio que brindó al momento de ser detenido, en la toma 10 de Febrero de Cipolletti, fue allanado, pero allí solo se encontraba su pareja, también de nacionalidad paraguaya. Durante el allanamiento, la Policía secuestró una DVR con grabaciones de las cámaras de seguridad de la vivienda, además de 250 mil pesos en efectivo, pero no hallaron ningún rastro de Torales Portillo.

Un dato clave en la investigación fue la revisión del historial migratorio del prófugo. Según los registros, el 20 de agosto de este año, Torales Portillo salió del país por la Triple Frontera, cruzando a Paraguay a bordo de un Renault Sandero con patente argentina, registrado a nombre de otro ciudadano paraguayo. A pesar de este movimiento previo, no existen registros de que haya vuelto a salir del país tras su liberación en Neuquén, lo que mantiene abierta la posibilidad de que todavía esté en la región.

Las críticas a la Justicia y el peligro de una red criminal en fuga

Las preguntas y críticas sobre el accionar de la Justicia no se hicieron esperar. Diversas voces se alzaron, no solo para cuestionar la falta de coordinación entre la Policía y el Ministerio Público Fiscal, sino también para señalar la lentitud y desidia en un caso tan grave. Desde sectores de la Justicia Federal, se manifestó que, de haberse comunicado el pedido de averiguación de paradero que existía sobre Torales Portillo por una causa pendiente en General Roca, el narco podría haber sido retenido algunas horas más, lo suficiente como para obtener la orden de requisa y evitar su fuga.

La fuga de Torales Portillo no solo pone en riesgo la investigación sobre su rol en el tráfico de drogas, sino que también abre una ventana de vulnerabilidad dentro de la organización criminal que lideraba o para la que trabajaba. Los 37 kilos de cocaína hallados en su vehículo, valorados en aproximadamente 300 mil dólares, pertenecen a una red más grande que ahora queda expuesta por la pérdida del cargamento. Esta situación podría obligar a los capos del narcotráfico a reaccionar, buscando ajustar cuentas con Torales Portillo o reorganizar sus operaciones para evitar más filtraciones.

Allanamiento fallido y nuevas pistas

El allanamiento en Cipolletti, aunque no dio con el paradero de Torales Portillo, dejó algunas pistas para los investigadores. Además de la DVR y el dinero, se logró reunir suficiente información para abrir nuevas líneas de investigación, que incluyen la posibilidad de que el narco haya contado con apoyo local para planificar su desaparición. Las grabaciones de las cámaras de seguridad serán clave para reconstruir los movimientos en la vivienda en los días previos y posteriores a su fuga.

Mientras tanto, los controles en la región se han intensificado. Los investigadores no descartan que Torales Portillo todavía esté en la zona, ya que no hay registros de su salida por los pasos fronterizos oficiales. Sin embargo, su experiencia previa en la clandestinidad -ya había logrado escapar en otras oportunidades- hace que no se descarte que haya utilizado vías no controladas para huir a Paraguay o a otra región.

El futuro de la investigación

Con la liberación de Torales Portillo y su posterior desaparición, la causa ha escalado a nivel federal, y las autoridades están trabajando contrarreloj para evitar que el caso quede impune. La colaboración entre las fuerzas provinciales, federales y la Justicia es crucial para tratar de recapturarlo y desarticular la organización de narcotráfico de la que formaba parte.

La polémica liberación de Torales Portillo no solo será una mancha difícil de borrar para la Justicia neuquina, sino también un llamado de atención sobre las falencias en los procedimientos judiciales y policiales que permiten que criminales peligrosos escapen, poniendo en riesgo la seguridad de la región.

Fuente: Medios