Acoso laboral: mujer policía denunció a su jefe y la justicia neuquina rechazó su pedido
La oficial de la Policía de Neuquén está con licencia psicológica. La oficial asegura que la hacían ir al baño fuera del edificio.
Una oficial de la Policía de Neuquén, que trabaja en una unidad ubicada en el sur de la provincia, denunció ante la justicia laboral y la fiscalía penal las situaciones de maltrato que viene sufriendo por parte de uno de sus superiores. Sin embargo, no logró que tomaran medidas de protección en su favor.
La mujer, cuya identidad y demás datos se preservan para evitar que le apliquen sanciones, tiene varios años de antigüedad en la Policía.
Desde comienzos del 2022, cuando cambió el titular de la unidad en la que trabaja, empezó a sufrir el maltrato. "Un oficial de superior jerarquía me dijo: ‘no sé qué le hiciste al jefe, pero me pidió que buscara la manera de sancionarte. Capaz que fue porque no le diste bola'", expresó.
Agregó que el jefe "podría ser mi papá", y pidió varias veces ser recibida por él para hablar, pero nunca la atendió. "Era la única mujer y no me quería en la unidad, debía salir cuando él estaba, tenía que ir al baño a una estación de servicio", contó.
Angustia y estrés
La mujer policía dijo a este medio que "me empecé a enfermar por el estrés, iba a trabajar todos los días angustiada. Siempre traté de ponerme a la par de los hombres para que no hicieran diferencia, no quería asumir que estaba viviendo situaciones de violencia".
También relató que el jefe exigía que los procedimientos se fotografiaran y filmaran, pero "el teléfono institucional es viejo, no sirve para eso, así que teníamos que usar nuestros propios celulares". Tampoco recibió capacitación para hacer videos: "en mis francos, aprendí mirando YouTube".
Los hostigamientos continuaron. Le negaron días de licencia para visitar a su familia, también le rechazaron el pedido de traslado, incluso cuando consiguió una permuta con otro oficial.
Tratamiento psicológico y denuncia
Comenzó entonces un tratamiento psicológico y le prescribieron una licencia, que está transitando actualmente. "Se piensan que estoy de vacaciones, pero es muy feo lo que me pasa", dijo.
Añadió que en la fiscalía de Asignación de Casos "al principio no me quisieron tomar la denuncia", mientras que en la justicia laboral también la rechazaron: "me mandaron a la ciudad donde trabajo, pero yo no tengo medios para volver allá".
Las situaciones de maltrato laboral y acoso, en especial contra el personal femenino, son cotidianas en la policía, una de las instituciones más verticalistas, machistas y patriarcales que existen. Aunque hace años incorporaron mujeres, y han obligado a los varones a capacitarse en perspectiva de género, la regla general se mantiene.
Fuente Diario Río Negro