Prisión domiciliaria por una condena en dos tentativas de femicidio

El fiscal jefe Gastón Liotard, junto al asistente letrado Federico Cuneo, requirieron que se revoque la prisión domiciliaria impuesta a un varón que intentó asesinar a su expareja y a la hija de ella, y que quede nuevamente detenido en prisión preventiva.

El martes de la semana pasada, un tribunal colegiado integrado por los jueces Eduardo Egea, Ignacio Pombo y Lisandro Borgonovo había rechazado el pedido de la fiscalía para extender la prisión preventiva. Tres días más tarde, la fiscalía le pidió a otro tribunal que revocara la medida y, de ese modo, lograr que la prisión preventiva se mantuviera hasta la audiencia de determinación de la pena.

Para cuestionar la decisión, el fiscal Liotard argumentó que revocar la detención y transformarla en una prisión domiciliaria era "infundado y arbitrario, porque toman la información falaz que hizo la defensa". Además, agregó que la medida cautelar debe ser más severa, ya que existe una declaración de responsabilidad que tiene un mínimo de pena de 10 años.

El fiscal jefe le atribuyó a la defensa "maniobras dilatorias" para postergar la realización de la audiencia para determinar la pena, "con una declaración de responsabilidad y con los riesgos ya acreditados".

A pesar de los planteos del representante de la fiscalía, el tribunal revisor integrado por las juezas Laura Barbe, Leticia Lorenzo y por el juez Mario Tommasi resolvió confirmar la prisión domiciliaria. De ese modo, el imputado permanecerá privado de su libertad en una vivienda de otra localidad, con controles sorpresivos de la policía y, cuando haya disponibilidad, con una tobillera electrónica.

La discusión sobre la pena que le corresponde cumplir a L.A.P se dará en la audiencia que fue fijada para el 19 de junio de este año.

Hecho

La teoría del caso que acreditó la fiscalía y por la que L.A.P fue declarado responsable es que el 28 de febrero de 2023, cerca a las 7:20, ingresó al patio de la casa de la víctima y permaneció allí escondido. En un momento, la mujer salió de la vivienda y fue a cargar una camioneta para emprender un viaje, y él la sorprendió y la golpeó. Luego, sacó un revólver calibre 38 y comenzó a darle culatazos en la cabeza, mientras ella intentaba defenderse y le gritaba a su hija para que llamara a la Policía.

Cuando la hija de la mujer salió de la vivienda, también recibió un culatazo. En ese momento, la madre empujó al agresor -que gatilló el arma sin que el disparo saliera- y logró quitarle el revólver. Después de sacarle el arma, la arrojó al patio de un vecino.

Tras ello, las dos mujeres ingresaron a la vivienda y L.A.P, que quedó en el patio, tomó una soga, se la ató al cuello y se colgó de un tirante. Allí dejó cuatro sobres con cartas con contenido machista, dirigidas a distintas personas. Luego llegaron al lugar efectivos policiales que habían sido alertados, cortaron la soga y detuvieron al imputado.

La identidad del condenado se reserva con el objetivo de proteger la intimidad de las mujeres que sufrieron la agresión.

Fuente NeuquenAlInstante