Bajo un manto de neblina se reacomoda el Tribunal Superior de Justicia
El TSJ rota funciones y Gennari asume la presidencia. Dudas, política y desprolijidades en el máximo tribunal de la provincia.
Como cada año, corresponde la rotación de funciones a los miembros del Tribunal Superior de Justicia. Así está escrito en forma expresa e inequívoca en los artículos 150 de la constitución provincial y 1 de la ley provincial 2509. Pero la lecto-comprensión exigida a los alumnos de primaria no siempre es una cualidad que anide entre las destrezas de los jueces. Tal vez por ello, en diciembre de 2022, los custodios del cumplimiento de la ley decidieron incumplirla.
Ley 2509 Art 1 "La Presidencia del Tribunal Superior de Justicia se turnará anualmente entre todos sus integrantes, no pudiendo volver a ser electo ninguno de ellos hasta que todos la hayan ejercido. El Cuerpo elegirá su presidente por simple mayoría."
El intento de designación del vocal Moya como presidente del cuerpo por segundo año consecutivo violó la ley y despertó ruidos internos, pero sobre todo externos. En efecto, el titular del TSJ es también la máxima autoridad de la junta electoral que brega por la transparencia en las elecciones. Nada menos que en el año de renovación total de autoridades provinciales. Forzar la reelección del más oficialista de los vocales, es un movimiento por lo menos torpe y sugestivo.
Constitución de la Provincia de Neuquén Artículo 150. "El Tribunal Superior de Justicia estará formado por cinco (5) vocales por lo menos, y tendrá su correspondiente fiscal y defensor de menores, pobres, incapaces y ausentes. La Presidencia del Cuerpo se turnará anualmente, ejerciéndola la primera vez el de mayor edad."
Así lo entendió parte de a la oposición política. El candidato a gobernador Rolando Figueroa, denunció públicamente lo sucedido y manifestó el estado de sospecha en el cual entraba la elección del 16 de abril. Calificó como un "hecho inédito" lo sucedido en el TSJ para "para seleccionar quién va a presidir la Junta Electoral".
La prudencia se hizo presente en el máximo órgano judicial. Por unanimidad, se deshizo la acordada que daba la reelección a Moya. Finalmente, María Soledad Gennari fue designada presidenta para emprolijar el mal paso. La explicación de lo sucedido fue escueta, formal y administrativa: "por cuestiones de distribución de trabajo colectivo y quisimos reorganizarnos" sintetizó Gennari.
En rigor, el cargo le correspondía a Mazieres, único integrante del cuerpo que aun no ha ejercido esa responsabilidad. Peor es nada. Una muestra más de lo encorsetada que la política mantiene al poder judicial en la provincia. Con todo, quedan organizadas las nuevas autoridades judiciales, se inicia la campaña electoral y el poder se disputa letra por letra en todos los ámbitos. También en la discrecionalidad de los jueces.