La autorización de exportación de chatarra desata un nuevo boom económico
La medida podría abrir nuevas oportunidades para el reciclaje y las exportaciones. A pesar de los beneficios potenciales para pequeñas empresas recicladoras, el cambio también ha generado controversia en la industria.
Con el Decreto 1/2025, el presidente Javier Milei habilitó la comercialización de chatarra y residuos metálicos, permitiendo su uso tanto en procesos productivos específicos como en productos de uso directo. Esta medida aplica a todo el territorio nacional, zonas aduaneras especiales y zonas francas, abarcando también los espacios aéreos y marítimos.
El Gobierno estableció nuevas normativas para la importación y exportación de residuos no peligrosos que hayan pasado por un proceso de valorización. Esta medida pone fin a una prohibición que había estado vigente durante 16 años, desde la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, cuando la tonelada de chatarra se cotizaba alrededor de 70 dólares.
La autorización de exportación de chatarra, con precios que oscilan entre 250 y 300 dólares por tonelada, ha generado inquietud entre grandes siderúrgicas como Techint y Acindar.
Además, alrededor de 300 pymes metalúrgicas, que emplean a 6,000 personas, también expresan preocupaciones. Los principales compradores de la chatarra argentina serían China y Turquía, lo que podría afectar tanto a la industria local como al empleo en el sector.
¿Qué impacto tendrá la normativa?
La exportación de chatarra funcionará de manera similar a la cuota Hilton de la carne: los mejores "residuos", que en la industria se prefieren llamar "insumos", se enviarán al exterior, mientras que en el país quedarán los de menor calidad, que no pueden ser procesados en los hornos de las pymes siderúrgicas.
La industria siderúrgica enfrenta altos costos de insumos clave como el hierro, importado de Brasil, y el carbón, que viene de Australia. Además, los costos de energía, que han subido un 30% el año pasado, los salarios y los impuestos elevados también impactan.
Techint podría recurrir a importaciones de hierro y carbón para producir acero, pero necesitaría dólares del Banco Central para hacerlo, lo que aumentaría las emisiones de CO2 al no utilizar chatarra local.
La industria considera que la chatarra es un "insumo estratégico"
Según el decreto, no se permitirá la importación de residuos no peligrosos que busquen valorización energética o disposición final. La exportación de residuos valorizados o insumos industriales valorizados estará permitida, siempre cumpliendo con el Convenio de Basilea, que regula el movimiento de desechos peligrosos entre países.
La normativa establece que los exportadores deben presentar una "Declaración Jurada" que certifique que los materiales no son peligrosos según las normativas nacionales e internacionales.
Además, se requiere que los exportadores demuestren que su carga cumple con las regulaciones internacionales, especialmente el Convenio de Basilea, para asegurar que los residuos exportados sean adecuados y no representen riesgos medioambientales.
El Gobierno ha clasificado diferentes tipos de residuos para su comercialización
Residuo: Materia producida durante actividades que debe ser eliminada, reciclada o recuperada.
Residuo no peligroso valorizado: Residuos no peligrosos que han sido sometidos a procesos de valorización para eliminar su peligrosidad.
Valorización: Procedimiento que permite aprovechar los recursos contenidos en los residuos mediante reciclaje o reutilización.
Antes de la oficialización de la nueva norma, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, explicó que la prohibición anterior "era nociva", ya que desincentivaba el reciclaje y bloqueaba oportunidades de negocio, especialmente en sectores como el reciclaje de cables de cobre.
Aseguró que la medida favorecía a grandes procesadores de chatarra, pero perjudicaba a pequeñas empresas y limitaba la creación de nuevos negocios de valorización de residuos.
Fuente: Medios