Impacto en el bolsillo: los cortes de carne no dejan de subir
Este incremento ha generado preocupación en los hogares argentinos, quienes deben hacer frente a una suba constante de los productos más consumidos en el país.
Tras un aumento del 15% a finales de enero, la carne volvió a subir un 9,02% en promedio en la última semana, con algunos cortes alcanzando un incremento de hasta el 21%. Según la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMYA), este aumento se debe a varios factores, como las lluvias recientes en todo el país, un retraso en el suministro durante el año pasado y la previsión de una menor oferta de hacienda en 2025. Aunque podrían haber más ajustes en los próximos meses, se espera que sean menores.
Según los últimos datos de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMYA), los precios por kilo de los principales cortes de carne en el mercado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y Gran Buenos Aires (GBA) para la semana son los siguientes:
Nalga Milanesas: $12.900 (+14,6% respecto a la semana anterior)
Asado del Medio: $12.600 (+6,78%)
Tapa de Asado: $9.350 (+11,9%)
Vacío: $14.900 (+3,48%)
Lomo: $16.699 (sin variaciones)
Peceto: $14.499 (sin variaciones)
Bola de Lomo Milanesas: $11.300 (+21,9%)
Paleta: $8.999 (+12,5%)
Roast Beef: $8.799 (+13,5%)
Palomita: $8.999 (+13,1%)
Cuadril: $12.900 (+20,5%)
Cabe destacar que, en el último año, el precio de la carne aumentó un 88%, mientras que el nivel general de precios alcanzó un 117,8% en 2024. En enero, en el AMBA, la suba fue de 2,86%, según datos del Sistema Electrónico de Publicidad de Precios Argentinos (SEPA).
Los recientes aumentos ya han comenzado a reflejarse en los índices de inflación.
Por ejemplo, de acuerdo a PxQ, la inflación de Alimentos y bebidas no alcohólicas en enero fue del 1,9% mensual, con la carne vacuna siendo el rubro con mayor incidencia (+2,5%).
Además, Libertad y Progreso indicó que, a principios de mes, la inflación mostraba una desaceleración, con variaciones semanales de aproximadamente 0,3%.
Sin embargo, en la última semana de enero, se observó una aceleración al 0,5%, impulsada principalmente por los aumentos en los precios de los alimentos, destacándose la carne.
Por su parte, LCG reportó en la primera semana de febrero una inflación de alimentos del 2,3%, la más alta en casi un año, con las carnes y bebidas representando el 80% de la suba.
¿A qué se debe la suba de los precios?
Según Miguel Schiariti, presidente de CICCRA, la reciente suba en los precios de la carne está relacionada con la reducción de la oferta debido a las lluvias de las últimas semanas, lo que ha dificultado el ingreso de hacienda al mercado.
Solo aquellos productores con campos cercanos a la ruta pueden enviar ganado sin recurrir a caminos de tierra. Esta situación se extenderá hasta mayo, por lo que la oferta seguirá siendo limitada debido al ciclo ganadero y factores estacionales.
Por su parte, Victor Tonelli, analista y consultor ganadero, señaló que el aumento de precios también responde a una recuperación, ya que el año pasado los valores quedaron rezagados frente a la inflación.
En cuanto al futuro, anticipó que podrían registrarse ajustes más pequeños, dado que la sequía de 2022 redujo el stock de hacienda disponible.
Carlos Steiger, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, advirtió que prever la evolución de los precios es complicado.
Destacó que, por un lado, hay una caída en la oferta de carne, pero por otro, los precios de la hacienda vacía estaban muy rezagados respecto a la inflación.
Finalmente, Javier Preciado Patiño, ingeniero agrónomo y exsubsecretario de Mercados Agropecuarios, opinó que este aumento es "bastante inusual" para la época del año. Señaló que la suba se ha trasladado a las góndolas de manera desigual y que la verdadera incógnita es si la demanda aceptará estos precios.
Recordó que en diciembre pasado, un aumento similar hizo que la gente dejara de comprar carne, lo que provocó una caída en los precios en el mercado mayorista.
Fuente: Medios