Abuelos de un geriátrico viven en pésimas condiciones: sin comida ni medicamentos
Un informe de la subsecretaría de Familia, dependiente del Gobierno provincial, confirmó el estado en el que habitan los ancianos en este hogar y prohibió el ingreso de nuevos residentes.
Salió a la luz un informe de la subsecretaría de Familia, dependiente de la Dirección General de Políticas Institucionales para Personas Mayores de la Provincia sobre la situación de un hogar de ancianos de Neuquén capital que reveló que algunos de sus residentes "sufren frío, falta de comida y una mala atención recibida".
A través de un acta de fiscalización con fecha 30 de julio de 2023 firmado por los responsables del organismo provincial "se constata al ingresar bajas temperaturas en la residencia. Residen 28 personas mayores entre hombres y mujeres. Se constata que no hay existencia suficiente de alimentos, pañales, artículos para curación de escaras e higiene".
La descripción de la situación paupérrima que viven los residentes de este hogar podría dejar con mucha bronca a cualquiera.
El geriátrico, ubicado en la calle San Martín al 7300, no cuenta con los servicios mínimos para albergar a personas mayores, un ejemplo con estas bajas temperaturas es la calefacción ya que, según informaron, el servicio fue cortado por Camuzzi.
Además, los inspectores que visitaron el hogar informaron asombrados la falta de control en los medicamentos que se les administran a los abuelos, comentaron que "no hay registro de administración de la mediación. Hay por lo menos 5 personas a la que le falta medicación".
"No hay cambios de prescripciones. Se observa mucha mediación psicofarmacológica, no se observan esquemas de reducción, incluso en las personas que toman dosis altas y en combinación con otros fármacos de riesgo", detallaron en el informe.
Los inspectores que trabajaron en el lugar dieron cuenta que una de las personas que reside en el hogar presenta una "úlcera sacra necrótica que requiere desviamiento quirúrgico, antibióticos y analgesia" y destacaron que "no hay registro de tratamiento antibiótico ni analgésico" para ese residente, ni tampoco hay registro de curaciones.
La subsecretaría de Familia le prohibió a la responsable de la residencia, por un plazo indeterminado, el ingreso de nuevos residentes, así como el regreso de los antiguos que habían sido trasladados.
La investigación se inició por la denuncia del poseedor del inmueble, quien vive al lado de la residencia geriátrica y escuchó en varias oportunidades los gritos y pedidos de ayuda de los abuelos e incluso llamó a la Policía para que lo constate.
En diálogo con medios locales, la representante legal del propietario del inmueble, Iris Sandoval, aseguró que "algunos de los abuelos se escapan" y que "piden ayuda", hechos por los que el hombre siempre llamó a la Policía.
"Desde el año 2021 denunciamos la situación del gas clandestino a la ministra de Salud sin respuesta hasta la fecha, es decir que la residencia estaba habilitada con el gas clandestino", afirmó.
Fuente: Medios