Alerta en Neuquén por la riesgosa tradición de tirarse del puente del Río Grande
Con la llegada del calor, se repite una preocupante escena: niños, adolescentes e incluso adultos se lanzan al agua en un sector que está completamente prohibido para bañarse.
Cada verano, la misma situación se repite en la Isla 132 de Neuquén: niños y adolescentes desoyen las advertencias de los guardavidas y se lanzan desde el puente sobre el río Grande, un área prohibida.
A pesar de los esfuerzos de seguridad del balneario Gustavo Fahler, esta conducta peligrosa persiste, poniendo en riesgo la vida de los jóvenes, como ocurrió recientemente con un grupo de ocho menores que ignoraron las indicaciones de los encargados del lugar.
Mauro Kolep, encargado del balneario durante las mañanas, destacó que los fines de semana la situación se vuelve especialmente peligrosa, ya que tanto niños como adolescentes, e incluso algunos adultos, continúan arrojándose desde el puente sobre el río Grande, a pesar de estar prohibido.
Esta problemática recurrente genera preocupaciones sobre la seguridad en el balneario Gustavo Fahler, a medida que las advertencias de guardavidas y autoridades son desoídas por los bañistas.
El principal riesgo de saltar desde el puente radica en la falta de visibilidad del fondo del río, que podría contener objetos peligrosos como ramas o piedras. A pesar de los incidentes previos, como cortaduras graves, los jóvenes continúan saltando sin tomar conciencia de los peligros.
Los guardavidas están trabajando arduamente para prevenir accidentes, pero su capacidad es limitada. No pueden concentrarse solo en el control del puente debido a la necesidad de vigilar otras áreas del río, especialmente las zonas más concurridas por familias.
Además, la intervención de la policía se ve dificultada por la mayoría de los involucrados, que son menores de edad, y la falta de herramientas efectivas. A pesar del trabajo en conjunto con Prefectura, los incidentes continúan ocurriendo.
"Si uno de esos chicos se lastima, nosotros vamos a estar ahí para asistirlo, junto con el Sistema Integrado de Emergencias del Neuquén (SIEN). Pero sabemos que las críticas no se van a hacer esperar: ¿Dónde estaba el guardavidas? nos dirán. Aunque hagamos prevención, es un problema que nos sobrepasa", apuntó Kolep.
El llamado de atención no solo se dirige a los jóvenes, sino también a los adultos responsables. El encargado del balneario subraya que, aunque los guardavidas hacen todo lo posible, los padres deben educar a sus hijos para que no pongan en peligro sus vidas. Es un trabajo conjunto que requiere la participación de toda la comunidad para garantizar la seguridad en el lugar.
Fuente: Medios