El papa Francisco reaparece para la oración Urbi et Orbi de Domingo de Pascua
En su tradicional bendición Urbi et Orbi, el Papa pidió el fin de los conflictos, el desarme y más compromiso con los más vulnerables.
Este domingo de Pascua, la celebración religiosa más importante para los cristianos, el papa Francisco estuvo en el balcón de la logia central de la basílica de San Pedro para la bendición Urbi et Orbi, donde hizo un contundente llamamiento por la libertad religiosa como condición indispensable para la paz en el mundo.
"No puede haber paz sin libertad de religión, libertad de pensamiento, libertad de expresión y respeto por las opiniones de los demás", afirmó Francisco.
El pontífice estuvo en silla de ruedas y sin cánulas nasales para el oxígeno, ante miles de fieles que fueron a la plaza de San Pedro por el Domingo de Resurrección.
Anteriormente, la misa del Domingo de Resurrección fue oficiada por el cardenal Angelo Comastri, mientras el Sumo Pontífice se limitó a desear una "Buena Pascua" antes de la bendición posterior y permaneció sentado en su silla de ruedas.
El papa le pidió al maestro de ceremonias, Diego Ravelli,la lectura del mensaje de la Pascua ante las 35.000 personas que fueron a la plaza de San Pedro para la misa del Domingo de Resurrección, oficiada por el cardenal, Angelo Comastri.
En su mensaje pascual, el papa hizo un enérgico llamamiento a todas las partes involucradas en el conflicto de Gaza: "Que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz", señaló el pontífice.
Francisco expresó su preocupación tanto por "el creciente clima de antisemitismo que se está difundiendo por todo el mundo" como por "la comunidad cristiana de Gaza, donde el terrible conflicto sigue llevando muerte y destrucción, y provocando una dramática e indigna crisis humanitaria".
"Me siento cercano al sufrimiento de los cristianos en Palestina y en Israel, así como a todo el pueblo israelí y a todo el pueblo palestino", añadió el papa en su mensaje, instando a que "desde el Santo Sepulcro -Iglesia de la Resurrección-, donde este año la Pascua será celebrada el mismo día por los católicos y los ortodoxos, se irradie la luz de la paz sobre toda Tierra Santa y sobre el mundo entero".
Crítica del papa Francisco a la carrera armamentística
El mensaje pascual "Urbi et orbi" también incluyó una clara condena a la escalada armamentística global. "La paz tampoco es posible sin un verdadero desarme. La exigencia que cada pueblo tiene de proveer a su propia defensa no puede transformarse en una carrera general al rearme", afirmó el pontífice.
Francisco hizo "un llamamiento a cuantos tienen responsabilidades políticas a no ceder a la lógica del miedo que aísla, sino a usar los recursos disponibles para ayudar a los necesitados, combatir el hambre y promover iniciativas que impulsen el desarrollo".
"Estas son las ‘armas' de la paz: las que construyen el futuro, en lugar de sembrar muerte", subrayó.
Con particular énfasis, el papa criticó los ataques a hospitales y trabajadores humanitarios, sin hacer referencia específica a Gaza, pero en un contexto donde tales incidentes han ocurrido repetidamente.
Posteriormente, y para sorpresa, el papa recorrió la plaza de San Pedro en papamóvil durante varios minutos e incluso detuvo el vehículo para bendecir a algunos niños, aunque se le notaba con dificultad en los movimientos.
Fuente: Medios.