Neuquén evalúa la instalación de medidores de agua para frenar el desperdicio
La medida busca concientizar a los ciudadanos sobre la importancia de cuidar el agua, especialmente en tiempos de sequía.
El gobierno provincial evalúa sumar nuevas estrategias a su programa "Chau Derroche", diseñado para concientizar a la población de Neuquén sobre los graves perjuicios que causa el mal uso de recursos, como el agua, que requieren grandes inversiones y esfuerzos para su gestión.
El problema del agua se ha vuelto crítico, especialmente durante épocas de sequía y altas temperaturas extremas, que afectan a la región. Se afirma que actualmente hay propuestas en análisis dentro de los organismos del Estado, con algunos considerando que están en una etapa temprana, mientras que otros afirman que ya están bastante avanzadas.
Una de las opciones en evaluación es la implementación de una línea para que los vecinos puedan realizar denuncias anónimas sobre el derroche de agua.
En caso de comprobarse el desperdicio, se emitiría una advertencia o apercibimiento. Si la conducta irresponsable persiste, se podrían aplicar sanciones o multas.
Aunque aún no está decidido, la propuesta está siendo debatida. De igual manera, la otra alternativa también tiene sus méritos. Esta consiste en instalar medidores de agua, cuyo costo podría ser financiado a través de la factura del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) o mediante el Banco de la Provincia del Neuquén (BPN).
Cómo funciona el EPAS
El EPAS cuenta con 107.000 usuarios en toda la provincia. El valor del metro cúbico de agua y los consumos son similares en todo el territorio, aunque, debido a la extensión y la topografía, pueden presentarse algunas variaciones en los costos y los consumos en determinadas zonas.
El valor del metro cúbico de agua se establece en 500 pesos finales, solo por el servicio de agua potable. Este precio incluye cuatro rubros principales: costo de energía, productos químicos, seguridad y traslado de personal (combustible y transportistas).
Sin embargo, no se consideran en esta fórmula los costos de los empleados, que en la capital, solo para el servicio de agua potable, ascienden a 135 trabajadores.
En este contexto, se destaca el subsidio que absorbe el Poder Ejecutivo provincial, ya que toda la masa salarial del EPAS es financiada por el gobierno. Los empleados del EPAS son provinciales, por lo que este costo no se refleja en la tarifa que los usuarios deben abonar.
En Neuquén capital, el EPAS potabiliza 250.000.000 litros de agua diariamente. Si dividimos esta cifra por la cantidad de habitantes de la ciudad (87.000 familias, con un promedio de 4 personas por hogar), se obtiene que se producen aproximadamente 700 litros per cápita por día.
Sin embargo, cuando la temperatura supera los 40 grados, el consumo general se incrementa, lo que provoca problemas de presión y falta de agua en algunas zonas de la ciudad. Esto ocurre porque el sistema está diseñado para asegurar un consumo racional y evitar el derroche.
Niveles de consumo preocupantes
Estos 700 litros por persona al día superan ampliamente el promedio nacional, que es de aproximadamente 400 litros, y también exceden las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que establece un consumo de 100 litros por habitante al día.
Incluso las pautas de organismos nacionales e internacionales que financian obras hídricas sugieren una dotación de hasta 250 litros. Cualquier cifra superior a estos valores enciende las alarmas, y en Neuquén, la situación está al borde del riesgo.
Para el EPAS, es esencial reducir estos niveles de consumo, ya que permitirá una distribución más eficiente de un recurso tan escaso. Por ello, se está evaluando la posibilidad de lanzar un programa en el que los usuarios puedan financiar la instalación de medidores de agua.
Una vez implementado, cada usuario pagará solo por lo que realmente consume, en lugar del sistema actual, donde se paga en función de los metros cuadrados del terreno y lo edificado (excepto en casos de grandes consumidores).
Además, se llevará a cabo un control más riguroso de las ordenanzas existentes para frenar los altos consumos de agua. Se prevé la formación de cuadrillas que trabajarán en la vía pública para notificar a los usuarios irresponsables y garantizar el cumplimiento de las normativas.
Fuente: Medios