Los secretos del aceite de oliva ¿qué beneficios tiene para la salud?
Es un tipo de aceite vegetal que se extrae de las aceitunas, el fruto del olivo. Es utilizado en la cocina y es especialmente popular en la cocina mediterránea.
En la cocina mediterránea, el aceite de oliva es un tesoro culinario que ha sido apreciado durante siglos. No solo agrega un sabor exquisito a los platos, sino que también ofrece beneficios para la salud.
Argentina es un país productor de aceite de oliva, pero no se encuentra entre los principales exportadores a nivel mundial. El país ha experimentado un crecimiento en la producción de aceite de oliva en las últimas décadas, aunque gran parte de la producción se destina al consumo interno.
En Argentina el consumo per capita se estima en 140 mililitros por habitante por año, en tanto que en España ese valor supera los 13 litros.
Conservación adecuada del aceite de oliva
El aceite de oliva es sensible a la luz, al calor y al aire, por lo que es importante almacenarlo correctamente para preservar su calidad. Aquí tienes algunos consejos para conservarlo en óptimas condiciones:
Para su adecuado almacenamiento se debe guardar el aceite de oliva en un recipiente de vidrio oscuro o en lata para protegerlo de la luz. Se debe evitar recipientes de plástico transparente, ya que permiten el paso de la luz.
Con respecto a la temperatura es preferible almacenar el aceite de oliva en un lugar fresco, lejos de fuentes de calor como la estufa o la luz solar directa. La temperatura ideal de almacenamiento está entre 14 °C y 18 °C.
El aceite de oliva no tiene una vida útil indefinida. Se recomienda consumirlo dentro de los 12-18 meses posteriores a la fecha de producción o envasado, ya que con el tiempo puede perder sus propiedades organolépticas y nutritivas.
Aceitunas en proceso de claificación.
Elección del aceite de oliva para cada plato
Existen diferentes variedades y calidades de aceite de oliva, cada una con sus características y usos específicos. Aquí tienes algunas recomendaciones para elegir el adecuado según el plato que prepares.
Aceite de oliva extra virgen: Es la mejor opción para aderezar ensaladas, verduras crudas o cocidas, y platos fríos. Su sabor frutado y suave realzan los sabores sin dominarlos.
Aceite de oliva virgen: Aunque es de calidad ligeramente inferior al extra virgen, sigue siendo adecuado para aderezos, marinados y salteados a fuego medio.
Aceite de oliva refinado: Este tipo de aceite de oliva es más neutro en sabor y aroma debido al proceso de refinamiento. Se recomienda para freír y cocinar a altas temperaturas, ya que su punto de humeo es más alto.
Tipos de aceite.
Propiedades beneficiosas para el cuerpo humano
El aceite de oliva es reconocido por sus propiedades beneficiosas para la salud. Aquí tienes algunos de sus efectos positivos:
Beneficios cardiovasculares: El aceite de oliva, especialmente el rico en ácido oleico, puede ayudar a reducir el colesterol LDL (malo) y aumentar el colesterol HDL (bueno), protegiendo así el corazón de enfermedades cardiovasculares.
Salud cerebral: Algunas investigaciones sugieren que los componentes del aceite de oliva podrían tener efectos positivos en la salud cerebral. Se ha observado que los antioxidantes presentes en el aceite de oliva pueden ayudar a proteger contra el deterioro cognitivo y reducir el riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
Efectos antiinflamatorios: Los polifenoles presentes en el aceite de oliva tienen propiedades antiinflamatorias, lo que puede ser beneficioso para reducir la inflamación crónica en el cuerpo. La inflamación crónica está relacionada con diversas enfermedades, como la enfermedad cardiovascular, la diabetes tipo 2 y algunas enfermedades autoinmunes.
Aceitunas de cosecha.
Los orígenes del aceite se sitúan en el Mediterráneo, donde los olivos se cultivaron por primera vez hace más de 6,000 años. Civilizaciones antiguas como los egipcios, los griegos y los romanos valoraban el aceite de oliva por su sabor, su utilidad en la cocina y sus propiedades medicinales. Durante la Edad Media, su producción y comercio se expandieron, especialmente en las regiones mediterráneas de Europa.
