Mali, la maquilladora de Neuquén que embellece a los músicos más populares
Marilín Orellana es neuquina, maquilladora profesional y la elegida por artistas como Tan Biónica, Dillom, Bhavi y Miranda! para sus presentaciones. Con talento, pasión y una estética muy personal, se ganó un lugar en el mundo del espectáculo, trabajando en giras, festivales y videoclips.
Marilín Orellana, más conocida como Mali, es una apasionada del maquillaje que transformó su vocación en un estilo de vida. Desde su adolescencia supo que ese era su camino, y hoy su talento la llevó a trabajar con artistas de la talla de Dillom, Bhavi y Lila Downs, entre muchos otros, encargándose del maquillaje antes de que salgan a escena.
Pero su universo no termina ahí: también es la mente creativa detrás de la programación cultural de Spazio Morrigan, uno de los bares más icónicos de Neuquén capital, punto de encuentro de artistas, bandas y expresiones emergentes.
"Siempre les digo a mis clientas: la idea es que todos te digan lo linda que estás, no que te pregunten si te maquillaste", cuenta Mali. Para ella, el maquillaje es un mimo, una forma de arte que permite resaltar lo mejor de cada rostro.
Hace poco más de un año abrió su propio estudio en Neuquén, un espacio pensado tanto para brindar servicios como para enseñar a otras personas a maquillarse con confianza.
Hoy, combina sus dos grandes amores (la música y el makeup) en una carrera que sigue creciendo, con identidad propia y mucha dedicación.
El maquillaje que marcó a Mali
Cuando era adolescente, Marilín Orellana quedó fascinada por los maquillajes del Cirque du Soleil. El mundo de posibilidades que descubrió en el maquillaje, desde efectos especiales hasta heridas y monstruos, la cautivó de inmediato.
"Yo quiero hacer eso", pensó. Aunque no encontraba a nadie en Neuquén que pudiera enseñarle, lejos de rendirse, decidió emprender el camino largo.
Se inscribió en varios cursos de maquillaje social. En poco tiempo, no solo descubrió que tenía un talento natural para hacerlo, sino que se dio cuenta de que era una opción profesional real.
Con esas herramientas, dio el gran paso y se trasladó a Buenos Aires, dispuesta a abrirse camino en el mundo del makeup.
Su paso por Baires
Al llegar a Buenos Aires, tuvo que hacer una pausa en su carrera de maquillaje. Los trabajos que encontraba no eran suficientes ni duraban mucho, y además, tenía que criar sola a su hija pequeña, un desafío enorme para cualquier mamá trabajadora.
Sin embargo, después de un tiempo logrando estabilizar su vida, comenzó a estudiar maquillaje de moda. Fue entonces cuando un amigo le compartió la oportunidad de un curso gratuito para aprender maquillaje detrás de escena, lo que la llevó a reencontrarse con su sueño original.
En este curso, tuvo como maestro a Fabián Orfano, un reconocido escenógrafo, maquillador y experto en efectos especiales, quien le enseñó a trabajar con materiales como látex, poliuretano y arcilla, y a crear los monstruos que siempre había deseado hacer.
Así, comenzó a maquillar en el Tren Fantasma y, poco después, en Parque Jurásico.
Un golpe de suerte
Mali menciona que tuvo suerte, una palabra que aparece una y otra vez en su relato, revelando su humildad y agradecimiento.
Esa "suerte", sumada a todo lo que había aprendido, la llevó a que la convocaran para hacer el maquillaje de una tesis de la ENERC (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica), y terminó participando en cinco.
Esto abrió un mundo completamente nuevo para ella, trabajando con profesionales de su edad, en un ambiente muy técnico y rodeada de cine.
Poco después, su hermana, que trabajaba en producción, la invitó a hacer el maquillaje para varios videoclips. Así, Mali terminó maquillando a grandes bandas como Eruca Sativa y Massacre, además de un sinfín de grupos emergentes, consolidando aún más su carrera.
Un regreso triunfal
Buenos Aires fue una gran escuela de formación intensiva para Marilín, pero llegó el momento de regresar a casa.
Al volver, descubrió que no solo ella había crecido, sino también Neuquén. La ciudad estaba llena de gente talentosa y creativa que hace contenidos audiovisuales, música y moda.
La experiencia que había adquirido, junto con estar de vuelta en su tierra, facilitó la creación de una red de trabajo que le permitió unirse a proyectos, seguir aprendiendo y aportar su propio talento.
Hace poco más de un año, después de mucho esfuerzo e inversión, abrió su estudio de maquillaje, Marilin Mali (@marilinmali), en colaboración con la talentosa tatuadora Lucía Eberhardt (@lasflorestatt), formando el combo perfecto.
En su estudio, además de maquillar, también realiza cejas, microblading y ofrece cursos de automaquillaje, buscando derribar mitos y enseñar a los demás a redescubrirse a través del maquillaje.
Además, hace unos años tuvo la oportunidad de maquillar a Vero Mendoza, la maquilladora de Natura, lo que le abrió nuevas puertas y le permitió participar en importantes eventos no solo en Neuquén, sino también en Buenos Aires.
Su paso por Morrigan
Al regresar a Neuquén, antes de embarcarse en su propio proyecto, Marilín comenzó a trabajar en la barra de Morrigan, el bar ubicado en Elordi y Avenida Argentina, un lugar que se ha convertido en el epicentro de la escena artística neuquina.
Desde el principio, Morrigan fue como una segunda casa para ella, un espacio donde terminó cumpliendo diversas funciones, pero siempre con el mismo enfoque: aprender y poner el corazón a todo lo que hacía.
Hace tres años, decidió dedicarse exclusivamente a programar la agenda cultural del bar, una agenda que se caracteriza por propuestas frescas y un estilo que refleja tanto lo local como lo que sucede en otros lugares.
"No sé si lo llamaría curaduría, pero la agenda sí tiene un estilo, una identidad que también marca a nuestra gente", explica.
Para Marilín, Morrigan se ha convertido en un refugio, un centro cultural independiente que ofrece un espacio para sentirse libre.
Su arte llegó a grandes músicos
En varias ocasiones, la cocina de Morrigan se cierra al público y se transforma en el preludio de eventos artísticos exclusivos. "Han venido desde Catriel y Paco Amoroso cuando aún eran novatos, hasta los artistas más reconocidos", comenta.
Para ella, este espacio también ha sido una puerta abierta para conectar su arte del makeup con diferentes músicos y artistas nacionales e internacionales.
Hace unos meses, la producción de Dillom, uno de los artistas más destacados de la escena urbana, la contactó para maquillarle el rostro en el show de la Fiesta de la Manzana, donde presentaba su último disco, Por cesárea.
"Tenía que salir a escena sin los tatuajes visibles, así que tapé los dos pequeños que tiene en la cara y realicé un maquillaje para él y toda su banda. Estaba muy contenta, pero mi hija, fanática de Dillom, estaba aún más emocionada", confiesa.
A lo largo de su carrera, también ha sido convocada para maquillar a figuras como Hilda Lizarazu, Marilina Bertoldi, Tan Biónica y Lila Downs.
Marilín Orellana ha forjado su propio camino, apoyada en su sólida formación, su confianza en lo que hace y su capacidad para crear oportunidades, siempre trabajando con dedicación.
Fuente: Medios