Autoridades sanitarias activaron protocolos tras las muertes por hantavirus en la región
Tras la confirmación de dos muertes por hantavirus en San Martín de los Andes y El Bolsón, autoridades sanitarias activaron los protocolos de vigilancia epidemiológica. Se realiza el seguimiento de los contactos estrechos y se intensifican las medidas preventivas en las zonas afectadas.
Las recientes muertes por hantavirus en la región encendieron la alerta de las autoridades sanitarias, que activaron protocolos de vigilancia y monitoreo de los contactos estrechos para prevenir nuevos contagios. En la provincia de Neuquén, el seguimiento se centra en las personas que estuvieron en contacto con el hombre de 38 años que falleció en San Martín de los Andes.
Desde el hospital "Ramón Carrillo" se identificó a 10 personas, a quienes se está visitando y controlando de manera activa.
La directora del hospital, Rita Martín, explicó que el protocolo establece que, en primer lugar, se les realice un hisopado para descartar la presencia de la enfermedad. Luego se realiza una visita de control, ya que pueden ser asintomáticos, y deben permanecer aislados durante 45 días, contados desde el último contacto con la persona infectada.
De acuerdo con lo informado por Martín, ninguno de los contactos ha presentado síntomas hasta el momento. Además, señaló que aún resta al menos una semana de seguimiento médico estricto.
"Luego, cada persona deberá continuar con el aislamiento hasta completar los 45 días establecidos. El objetivo principal es evitar posibles contagios", remarcó.
En el caso de la mujer oriunda de El Bolsón que falleció en Epuyén, las autoridades también están trabajando para identificar y monitorear a quienes estuvieron en contacto con ella.
Por otro lado, Pedro Watters, director del hospital de la comuna andina, puntualizó que el concepto de contacto estrecho debe entenderse bien: no incluye a todos, sino a quienes compartieron espacios cerrados de forma prolongada, convivieron o, por ejemplo, tomaron mate juntos.
Actualmente, el equipo médico se encuentra en pleno proceso de identificación de las personas que estuvieron con la mujer fallecida durante los 45 días previos a su deceso, y que cumplen con los criterios para ser considerados contactos estrechos.
Sobre el hantavirus
La enfermedad por hantavirus es una zoonosis emergente causada por virus de ARN pertenecientes a la familia Bunyaviridae.
Estos virus tienen distribución mundial y pueden provocar dos formas clínicas graves en humanos: la Fiebre Hemorrágica con Síndrome Renal (frecuente en Asia y Europa) y el Síndrome Cardiopulmonar por Hantavirus (SCPH), característico del continente americano.
Los roedores silvestres actúan como reservorios naturales del virus. Estos animales pueden portar la infección de manera crónica y asintomática, eliminando el virus a través de su orina, saliva y excrementos.
En Argentina, los virus asociados al SCPH incluyen las variantes Andes, Lechiguanas, Buenos Aires (HU39694), Plata, Orán, Bermejo, Juquitiba, así como los virus Laguna Negra y Alto Paraguay.
La principal vía de transmisión al ser humano es la inhalación de aerosoles contaminados con partículas virales presentes en las heces, orina o saliva de roedores infectados.
También puede ocurrir por contacto directo con estas secreciones a través de mucosas (ocular, nasal o bucal) o por mordedura de un roedor.
El contagio suele producirse al ingresar al hábitat de los roedores, tanto en zonas rurales como suburbanas, especialmente en áreas peri-domiciliarias o durante actividades laborales, recreativas o de limpieza en espacios cerrados como galpones o depósitos infestados.
Además, se ha documentado la transmisión de persona a persona, por lo cual las secreciones y fluidos humanos deben considerarse potencialmente riesgosos.
El síndrome cardiopulmonar puede comenzar con síntomas inespecíficos similares a una gripe: fiebre mayor a 38°C, dolores musculares, escalofríos, cefalea, náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea, sin afectar inicialmente las vías respiratorias. En los casos más severos, puede derivar en insuficiencia respiratoria aguda y shock cardiogénico.
Las formas clínicas de presentación incluyen:
Síndrome febril inespecífico
Cuadros con compromiso abdominal, renal, hemorrágico o neurológico
Síndrome cardiopulmonar (SCPH) propiamente dicho
Fuente: Medios