Marchan para pedir Justicia por el soldado muerto en Zapala
A tres meses de la muerte de Pablo Córdoba, sus familiares y amigos concentrarán este viernes, a las 11 hs, en el Puesto Roca del Ejército y se desplazarán hasta el Juzgado.
Este viernes, a las 11 de la mañana, familiares y amigos de Pablo Córdoba, el soldado hallado muerto con dos disparos en la cabeza en Grupo de Artillería 16 de Zapala, convocaron a una manifestación en pedido de Justicia, a tres meses del fallecimiento del joven. Se concentrarán frente al Puesto Roca del Ejército y marcharán hasta el Juzgado.
Los familiares del joven tiene serios cuestionamientos contra la imparcialidad del juez federal Hugo Greca, quien está a cargo la causa, la institución militar y la Justicia Federal que abonaron la muerte por suicidio. La madre del soldado, Natalia Uribe, insistió con su hipótesis sobre el asesinato (homicidio) de su hijo mientras cumplía funciones de guardia en el cuartel del Ejército.
Dos peritajes sobre el arma que usaba Córdoba al morir demostraron que el Fusil Automático Ligero (FAL) no tenía marcas de haber sido usado. Tras las revelaciones de estás pericias, la familia del joven insiste en que el arma fue limpiada para borrar huellas y profundizan la hipótesis de que se trató de un homicidio en horario de trabajo; idea que manejan desde el primer momento en que ocurrió el hecho.
Desde que se conoció el caso, los familiares del soldado baleado insistieron en que se debía investigar a los compañeros de armas que habitaban el regimiento junto a su hijo, quien además es hijo de un militar que se desempeña en el mismo regimiento donde hallaron muerto al joven.
El primer motivo de los familiares para pensar en que a Pablo lo mataron es que el cadáver del joven tenía dos balazos. Y es difícil suicidarse, como abona el Ejército, con dos tiros de un arma como el FAL.
"Mi hijo tuvo en su poder el arma todo el día, mínimamente debió tener sus huellas el FAL, pero los peritajes no hallaron ninguna huella ni de él ni de nadie", dijo Uribe. Además, señaló que, tras la muerte de su hijo, el Ejército le dio el pase a varios oficiales que se desempeñaban en Zapala.
"Nosotros estamos destruidos porque cada resultado pericial o cada dato que se suma al expediente reafirma nuestra teoría de que a Pablo lo mataron. Es realmente muy duro transitar este camino porque ni siquiera hemos podido hacer un duelo debido a que hemos tenido que estar preocupados por el accionar de la gente", sostuvo la mujer.
Fuente: LMNeuquén