Guerra sindical en Vaca Muerta: la ruptura del pacto que desató la violencia
El acuerdo que mantenía la paz en la UOCRA Neuquén se rompió, desatando una feroz disputa territorial entre facciones sindicales. El Gobierno provincial observa con cautela sin intervenir directamente.
El frágil equilibrio que sostenía a la UOCRA en Neuquén se desmoronó. La Subsecretaría de Trabajo, con el respaldo del Gobierno y las principales empresas del sector, había logrado un acuerdo entre los referentes gremiales para dividirse el control territorial en Vaca Muerta. El objetivo era evitar conflictos internos y garantizar la estabilidad en las obras.
Sin embargo, ese pacto, firmado el 12 de abril de 2024 entre dirigentes sindicales y representantes de empresas como Pecom y Astra Evangelista, comenzó a resquebrajarse.
En Añelo, donde hay más de 8.000 afiliados, la paz laboral se rompió y las tensiones estallaron en Sierra Barrosa, un punto clave en la disputa.
El convenio establecía que cada facción interna de la UOCRA tendría asignada una zona para evitar disputas y canalizar cualquier conflicto a través de la Subsecretaría de Trabajo. Según este esquema:
- Víctor Cárcar, secretario general del gremio, controlaría la zona de la Confluencia.
- Juan Acsama sería responsable de Tratayén y El Chañar.
- César Godoy manejaría Rincón de los Sauces.
- Natalio Benavidez representaría a Huincul y Cutral Co.
- Juan Carlos Levi, secretario adjunto, administración Añelo hasta Cortaderas y Carranza.
Sin embargo, Levi nunca firmó el acta, ya que no aceptaba la sectorización de los obreros. A pesar de ello, en la práctica su estructura sindical respetó la distribución pactada. "Nosotros cumplimos con el acuerdo, pero ellos no", denunció.
El conflicto en Sierra Barrosa
El punto de quietud llegó con los incidentes violentos en Sierra Barrosa, un yacimiento clave de Vaca Muerta. Cárcar acusó a las empresas de incumplir la norma de contratación 80/20, que establece que al menos el 80% de los trabajadores deben ser de la zona. "Hoy tienen un 70% de obreros de otras ciudades y menos del 30% de la comarca. Pedimos que se restablezca el equilibrio", afirmó.
Desde el sector de Levi denunciaron que Cárcar comenzó a operar fuera de su territorio, disputando trabajadores en áreas que no le correspondían. "Bajan a los obreros de las camionetas, les quitan los uniformes y los golpean", relataron fuentes cercanas a Levi, apuntando a Cárcar como responsable directo de la ruptura del pacto.
La disputa sindical con impacto político
El conflicto no solo sacudió a la UOCRA, sino que subió alarmas en el ámbito político y empresarial. Levi cuenta con el respaldo de Gerardo Martínez, líder de la UOCRA nacional, quien llamó a resolver las diferencias mediante el diálogo. Además, su estructura sindical está alineada con el Frente Neuquinizate, el espacio político que impulsa la expansión de Vaca Muerta.
Por su parte, Cárcar apuesta al avance territorial por encima del acuerdo firmado, lo que podría intensificar la crisis en los próximos meses, justo cuando se acercan las elecciones sindicales.
Mientras las empresas temen que la violencia afecte la continuidad de las obras, el Gobierno provincial observa con cautela sin intervenir directamente. El gremio está en plena ebullición y la pulsada de poder no tiene un desenlace claro.
La violencia en Sierra Barrosa marcó un punto de inflexión y nadie sabe hasta dónde se puede llegar.
Fuente: Medios