Rosa Fuentes espera hace cuatro meses que Ospac autorice su operación de columna
Para la mujer, esta operación es crucial para retomar su vida laboral y garantizar el sustento de su familia.
Rosa Fuentes, empleada doméstica de Neuquén, enfrenta una dura batalla contra la burocracia. Desde hace cuatro meses espera que su obra social, Ospac, autorice la compra de insumos necesarios para operarse de un tumor benigno en la columna que le provoca un dolor paralizante al afectar el nervio ciático.
Aunque el hospital público Castro Rendón está dispuesto a realizar la cirugía, la falta de autorización de la obra social impide avanzar.
"Desde agosto estoy esperando para operarme de un quiste sinovial en la columna", explicó Rosa . "El dolor me obliga a tomar tramadol y paracetamol cada 12 horas. No puedo trabajar, apenas logro moverme".
Rosa ha tocado todas las puertas en busca de ayuda. Acudió a la Superintendencia de Salud, a la Defensoría del Pueblo y al hospital, pero aún no logra que Ospac apruebe los insumos, cuyo costo asciende a 3 millones de pesos. "La obra social asegura que no tenemos cobertura en Río Negro y Neuquén, pero tampoco me dan alternativas", señaló.
Mientras tanto, solo conserva un trabajo cuidando a un niño de 5 años, una tarea que, aunque menos exigente físicamente, le implica un enorme esfuerzo debido a su estado de salud.
Obstáculos adicionales
La situación se agrava con la crisis en el sistema de salud y los conflictos gremiales. "En el hospital están de paro y no pueden completar un oficio con mi historia clínica, lo que retrasa aún más los trámites", explicó Rosa. Además, el cambio de autoridades en la Defensoría del Pueblo sumó más demoras.
Incluso conseguir la autorización de los insumos no garantiza celeridad. Rosa relató que una vecina con la misma obra social lleva semanas esperando la compra de materiales aprobados.
La urgencia de la cirugía
Para Rosa, esta operación es crucial para retomar su vida laboral y garantizar el sustento de su familia. Después de la cirugía, enfrentará un período de recuperación que prolongará su ausencia en el trabajo, pero al menos tendría la esperanza de volver a trabajar sin el dolor que ahora la limita completamente.
"Lo único que pido es poder operarme y dejar de vivir con este sufrimiento constante", concluyó Rosa, mientras sigue aguardando una solución que parece cada vez más lejana.
Fuente: Medios