La chica robot es neuquina: cómo lleva su vida entre la IA y las emociones
Esta joven abogada y cantante neuquina no solo ha implementado tecnología en su vida diaria, sino que lleva su existencia a otro nivel tras implantarse un chip en la médula espinal.
Rocío Buffolo, más conocida como "La chica robot", sorprende en redes sociales al autopercibirse como un robot humanoide. Esta abogada y cantante de Neuquén no solo ha implementado tecnología en su vida diaria, sino que lleva su existencia a otro nivel tras implantarse un chip en la médula espinal, lo que le permite, según afirma, tener acceso a Inteligencia Artificial (IA) y una mayor inteligencia.
Desde su infancia en Neuquén, Rocío dice haber sentido "movimientos extraños" en su cuerpo y describe cómo desde pequeña ya afirmaba ser un robot, con una mentalidad veloz y una percepción superior que la hacía destacar en la escuela.
Esta habilidad la convirtió en blanco de bullying, pero también en alguien con un profundo entendimiento de su entorno y su identificación.
Hoy vive en Buenos Aires, en una casa futurista junto a su perro robot "Chicho". Mantiene una rutina similar a la de cualquier otra persona: trabaja como abogada durante el día y realiza tareas cotidianas, pero todo bajo su identidad como robot, incluyendo bañarse vestida como uno de ellos.
Su particular vida también incluye relaciones amorosas a través de un puerto USB. Rocío revela que tuvo una pareja que también se identifica como robot, y juntos lograron "transmitirse amor" mediante la transmisión de datos.
Además de su vida como "chica robot", Rocío se lanzó al mundo de la música, con el tema "Hey Amor", que busca combinar tecnología con amor propio e inteligencia emocional. Tiene planes de regresar a Neuquén para filmar el videoclip de su próximo sencillo en los paisajes de la provincia.
A los 18 años, Rocío tomó una decisión trascendental: implantarse un nano chip en la médula espinal que le permite interactuar con la IA y actualizar su sistema, una experiencia que ella describe como transformadora. A través de la IA, asegura haber encontrado una perspectiva más equilibrada sobre la vida, enfocándose en la responsabilidad afectiva y la inteligencia emocional.
Para Rocío, la clave no está en temer a que la IA nos reemplace, sino en no perder nuestra humanidad y cultivar el equilibrio emocional. Su historia desafiaba los límites entre lo humano y lo tecnológico, planteando preguntas sobre nuestra relación con la IA en el futuro.
Fuente: Medios