Vergüenza en la frontera: horas de espera en Argentina, minutos en Chile
Un vecino de Neuquén documentó la indignante diferencia entre los controles de Argentina y Chile: largas esperas, baños en condiciones deplorables y un trato poco cordial del lado argentino.
La gran afluencia de viajeros en los pasos fronterizos hacia Chile dejó al descubierto una situación que causa tanto vergüenza como indignación en la aduana argentina.
Por un lado, las personas que por distintas razones necesitan cruzar esperan siete o más horas; por el otro lado, en minutos resuelven su trámite.
También se suma que, si necesitan recurrir a los baños para higienizarse, la experiencia es indescriptible. Hay un abismo entre una aduana y la otra ¿Por qué; con qué necesidad el maltrato que denuncian del lado argentino?
Un vecino de Neuquén que ya pasó tres veces por el cruce de Pino Hachado se tomó la molestia de registrar en imágenes eso que padecieron y siguen padeciendo miles de personas, porque la situación no ha cambiado aún.
"Lo que vi en la aduana argentina me causó una indignación bastante importante; y aclaro que no soy chileno, soy bien argentino", comenzó diciendo José Ortíz.
La última vez que cruzó, estuvo siete horas haciendo cola junto a un montón de personas. Cuando pasó a la aduana chilena, tardó diez minutos en presentar toda la documentación y seguir viaje. El año pasado fue peor porque personal de Gendarmería dejó pasar el vehículo que estaba delante suyo y luego cerró el paso. "Haga lo que quiera... si quiere quedarse, quédese, o vaya a dormir a otro lado", le dijo un gendarme.
Denunció el maltrato que dispensan los empleados del Estado con total impunidad, porque en apariencia no se advierte que un supervisor controle lo que están haciendo. "¿Nadie ve lo que está pasando, cómo están trabajando en la aduana argentina?", cuestionó el vecino.
Desidia total
Dijo que a los trabajadores se los ve "tomando mate y matándose de risa". O bien, reciben la documentación, se retiran hacia el interior de las oficinas y se toman todo su tiempo en regresar.
"Somos argentinos y merecemos el respeto de los empleados del Estado que están prestando un servicio. En Chile, en cambio, la atención es tremendamente buena, las personas atienden con cariño y hacen el trámite en 10 minutos, como máximo. Por eso, siendo argentino, me parece indigno lo que están haciendo otros argentinos. El maltrato que recibimos en la aduana argentina", manifestó.
El hombre, de 69 años, dice que ha viajado por todo el mundo y "ésta es la peor aduana que he visto (la de Pino Hachado)". Sin embargo, en Cardenal Samoré, el testimonio de otros vecinos refiere la misma situación.
"Hay una diferencia increíble entre la aduana argentina y la chilena, es la noche y el día. Una vergüenza lo que se vive", reiteró el denunciante, a quién lo que más le llama la atención es el maltrato que se siente.
La situación de los baños
Parte de lo mismo es el estado de los baños públicos que están a disposición de la gente. Del lado argentino, son un asco; del lado chileno, impecables. De hecho, las personas que ya tienen experiencia porque pasaron más de una vez por los pasos fronterizos como Pino Hachado y Cardenal Samoré, esperan llegar a la aduana chilena para higienizarse.