Así se ve el interior de un agujero negro según la NASA
La NASA desarrolló una simulación inmersiva que recrea en detalle cómo es cruzar el horizonte de sucesos de un agujero negro. Usando la supercomputadora Discover, este modelo revela efectos visuales asombrosos y paradojas temporales que desafían nuestra comprensión del universo.
Los agujeros negros son uno de los enigmas más fascinantes del universo. En su núcleo, la materia se comprime en un espacio minúsculo, generando una gravedad tan intensa que ni siquiera la luz puede escapar. Este límite, conocido como horizonte de sucesos, marca el punto de no retorno para cualquier objeto que se acerque.
Gracias a la supercomputadora Discover, la NASA creó una simulación que permite explorar virtualmente este ambiente extremo.
Liderado por Jeremy Schnittman, astrofísico del Centro de Vuelos Espaciales Goddard, el proyecto recrea dos escenarios. En el primero, la cámara simula un escape justo antes de cruzar el horizonte; en el segundo, se adentra hacia la singularidad, el núcleo donde las leyes de la física se desintegran.
Para generar este nivel de detalle, se procesaron 10 terabytes de datos en apenas cinco días, utilizando una mínima fracción de la capacidad de Discover. En comparación, realizar este cálculo en un ordenador común habría tomado más de una década.
El modelo recrea un agujero negro supermasivo, similar al que yace en el corazón de la Vía Láctea, con una masa 4,3 millones de veces mayor que la del Sol. Este coloso está rodeado por un disco de acreción, una nube de gas ardiente que genera un espectáculo visual fascinante mientras la cámara se aproxima.
Durante el viaje virtual, el efecto Doppler amplifica la luz del disco y de las estrellas de fondo, evocando el cambio de tono que ocurre al escuchar un coche de carreras en movimiento. En tiempo real, la travesía dura unas tres horas, periodo en el que la cámara completa dos órbitas alrededor del agujero negro.
A medida que la cámara se acerca al horizonte de sucesos, la deformación del espacio-tiempo ralentiza la imagen, congelándola justo antes de cruzar este umbral, un fenómeno que inspiró el término original "estrellas congeladas" para describir a los agujeros negros.
Viaje al límite y paradojas del tiempo
Si se cruza el horizonte de sucesos, la cámara y el espacio-tiempo son arrastrados inexorablemente hacia la singularidad en apenas 12,8 segundos. Aquí, las leyes de la física conocidas dejan de aplicarse.
En el escenario alternativo, la cámara evita cruzar el horizonte y regresa al punto de partida. Si un astronauta intentara esta travesía, experimentaría una distorsión temporal: regresaría 36 minutos más joven que aquellos que permanecieran lejos del agujero negro. En agujeros negros de rápida rotación, como el de la película Interstellar, esta diferencia podría ampliarse a varios años.
Estas simulaciones no solo nos brindan una experiencia visual deslumbrante, sino que también nos acercan a comprender mejor las fuerzas extremas y las paradojas temporales que definen a estos misteriosos gigantes del cosmos.
Fuente: Medios