Esta ruta provincial se encuentra tan destruida que muchas personas evitan transitar por allí, sin embargo los médicos deben realizar ese recorrido para visitar o trasladar pacientes.
En la localidad neuquina, hay unas 3700 familias anotadas a la espera de una vivienda. A estas, se suman los médicos que trabajarán en el nuevo hospital, que no tienen donde alojarse.