Las víctimas habían publicado la venta de una heladera, les hicieron "el cuento del tío" y se quedaron con sus claves bancarias para pedir un préstamo a su nombre.
El hombre se hizo pasar por un empleado de Mercado Libre y, en el lapso de una hora, vació varias cuentas de la víctima. Le pidió ayuda al portero de su edificio y éste le advirtió que estaba siendo estafada.