La medida afecta activos del país depositados en cuentas internacionales, lo que representa un nuevo revés en los esfuerzos por resolver los conflictos por la deuda externa.
El país logrará un ahorro de 3.200 millones de dólares y una reducción de casi el 30% en los pagos de cargos y sobrecargos relacionados con su préstamo del fondo monetario.