Desde el Vaticano informaron que el Pontífice pasó una noche tranquila y se encuentra de buen ánimo. A pesar de su recuperación, cancelaron la audiencia jubilar del sábado y no podrá presidir la misa del domingo.
El cuerpo médico de la clínica Gemelli detectó una infección causada por múltiples microorganismos. Esta delicada situación de salud requiere un estricto tratamiento.
Con antecedentes respiratorios y 88 años, el Papa sigue bajo observación médica tras ser diagnosticado con una compleja infección que afecta las vías respiratorias.