Investigadores del CONICET hallaron fósiles de cuatro extraños dinosaurios
La noticia fue difundida este miércoles 03 en la reconocida revista Historical Biology. Sidersaura marae fue bautizado este dinosaurio,uno de los últimos rebaquisáuridos.
Un equipo de paleontólogos del CONICET encontró los fósiles de cuatro dinosaurios de cuello largo y pico de pato en la localidad Cañadón de Las Campanas, a 20 kilómetros de Villa El Chocón, provincia de Neuquén.
Las rocas de la Formación Huincul en la zona donde encontraron los restos pertenecen al periodo Cretácico Superior y tienen entre 96 y 93 millones de años.
La noticia fue difundida este miércoles en la revista Historical Biology. El ejemplar fue nombrado Sidersaura marae, era un rebaquisáurido (rebbachisauridae) que tenía el hocico ancho como el de un pato. Esta característica y una columna rellena de aire entre las vértebras le permitían inclinarse para alimentarse de la vegetación baja, ya que el cuello pesaba menos.
El Sidersaura también tenía una cola larga y era cuadrúpedo. Se estima que pesaba 15 toneladas y medía entre 18 y 20 metros. Era la especie más grande de los rebaquisáuridos.
El Sidersaura era el más grande de los rebaquisáuridos.
"Los rebaquisáuridos fueron dinosaurios muy importantes en los ecosistemas cretácicos, y desaparecieron a mediados de ese período en un evento de extinción masiva que tuvo lugar hace 90 millones de años, en el que también se extinguieron los carcarodontosáuridos, los dinosaurios carnívoros más grandes del mundo", explicó el investigador del CONICET y director del Área de Paleontología de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara, Sebastián Apesteguía.
Apesteguía agregó que el Sidersaura "es uno de los últimos rebaquisáuridos, pero a la vez pertenece a un linaje antiguo en términos evolutivos. Esto nos muestra que, al final de su época, sobrevivían algunos de los rebaquisáuridos de los primeros tiempos, y que estos eran de los más grandes de su grupo, dado que podían alcanzar cerca de 20 metros de largo".
Los especialistas determinaron que los dinosaurios murieron en una zona barrosa cercana a un río y sus restos se descompusieron allí. Los animales carroñeros se llevaron algunos huesos y las crecidas del río arrastraron otros restos, por lo que los esqueletos que encontraron estaban parcialmente desarmados.
Lucas Lerzo, becario doctoral del CONICET en el Centro de Ciencias Naturales, Ambientales y Antropológicas de la Universidad Maimónides, aseguró que, al encontrar cuatro ejemplares iguales, pudieron "correlacionarlos y conocer mejor las características de este nuevo dinosaurio saurópodo".
Además, Lerzo resaltó que la característica por la que le dieron el nombre de Sidersaura es por la forma de estrella de los huesos de la cola (arcos hemales). "Esta particularidad es la que le da nombre a la especie, dado que ‘sider' significa estrella en latín", precisó.
Otro de los restos óseos que extrajeron es el calcáneo, uno de los componentes del tobillo (junto con el hueso astrágalo) que no se había encontrado en los rebaquisáuridos conocidos. Los investigadores explicaron que la morfología del calcáneo les daba mayor resistencia al mover la extremidad posterior.
Por otro lado, el CONICET confirmó que el Sidersaura está emparentado con el rebaquisáurido africano Nigersaurus taqueti, que tenía la mandíbula ensanchada y una dentadura prominente.
Fuente TN