El "aguantadero" en la ciudad de Neuquén fue desalojado por la policía
En calle Sargento Cabral entre Jujuy y Fotheringham, funcionaba. Los vecinos han denunciado peleas, gritos, ruidos, malos olores y robos.
Un edificio en pleno centro, ubicado en calle Sargento Cabral entre Jujuy y Fotheringham, funciona como aguantadero desde hace tiempo, lo que tiene enojados a los vecinos de la zona que denuncian peleas, gritos, ruidos, malos olores y robos. Según informó la policía, los ocupantes ya se retiraron del lugar.
Los vecinos cercanos contaron que el lugar se convirtió en un "aguantadero" y en los últimos meses se incrementaron los actos delictivos en la zona. Están convencidos que son esos hombres los autores de la mayoría de los hechos que los mantienen sumamente preocupados. Las denuncias que han hecho son constantes pero aseguran que una vez que se retira la Policía del edificio, estas personas vuelven a ocupar la propiedad.
El comisario Guillermo Vergara contó que instaron a la gente que se encontraba allí dentro a que se retiren del complejo, que está abandonado pero tiene un gran avance de obra. "Eran unas tres o cuatro personas", dijo.
En cuanto a las denuncias, aclaró que se reciben muchas por lo que el personal policial generalmente se encuentra patrullando el sector.
Como es sabido, no es la primera vez que ocurre y el comisario explicó que ya han tenido que pedirles que se retiren en otras ocasiones. "Por el momento no tenemos información de que haya nuevamente gente en el lugar, pero constantemente se va a estar pasando con las patrullas para evitarlo", resaltó Vergara.
Cómo lo viven los vecinos
Quienes viven en las zonas aledañas manifestaron que el edificio tiene varios pisos y desde arriba se pueden ver los patios y las casas de toda la manzana, e incluso alrededores y que estas personas salen sorpresivamente desde un agujero en el tablón que oficia de pared para tapar la construcción. Sorprenden a cualquier distraído que pasa por esa cuadra y que no está atento al suelo.
Además, expresaron que constantemente salen hombres y mujeres del lugar, a cualquier horario.
"La gente del barrio está cansada de hacer denuncias, está cansada del griterío. Ellos dicen que están en situación de calle, pero no se aguantan los gritos, las peleas. Y aparte los olores, pasás por ahí y siempre hay olor a perro muerto, un mosquerío", describió un vecino.
Ante algunas situaciones de peleas o gritos, los vecinos llaman a la Policía, pero "vienen y solamente pasan por la puerta, no entran", aseguraron.
Fuente LMNeuquen