Clubes de Neuquén y Río Negro afrontan grandes desafíos por la crisis
El incremento de tarifas, los servicios sin subsidios y la caída en las cuotas sociales afectan a los 46 clubes de Lifune y la Liga Confluencia.
La crisis económica no da tregua a los clubes de fútbol en Neuquén y Río Negro. Las dificultades financieras, impulsadas por aumentos en tarifas y la falta de subsidios, amenazan la estabilidad de 46 instituciones deportivas. A solo una semana del inicio de los torneos, los dirigentes de la Liga de Fútbol de Neuquén y la Liga Deportiva Confluencia alzan la voz para alertar sobre la difícil situación que enfrentan.
En la región, el fútbol es un espectáculo familiar que, desafortunadamente, se encarece cada vez más. Las tarifas de entrada, oscilando entre 2.500 y 3.000 pesos, están en el tope máximo en la Liga Confluencia, pero esta cifra queda sujeta a decisiones individuales de cada club. En un contexto de inflación, los esfuerzos se multiplican desde los clubes más pequeños hasta los más grandes del circuito.
El aumento desmedido en los servicios, ahora sin subsidios estatales, golpea el bolsillo de las instituciones. Actividades como bingos, rifas y ventas de comida son estrategias para cubrir gastos en sueldos, insumos y mantenimiento. Javier Mondaca de Deportivo Roca señala: "Hoy tenemos un costo que asciende a los 136 mil pesos mensuales, que se irá incrementando con el correr de los meses".
Ante la crisis, los dirigentes toman decisiones estratégicas. Daniel Molina, presidente de Fernández Oro, detalla cómo han mantenido el precio de la entrada general a 2.000 pesos para no disminuir la asistencia al estadio Luis Maiolino. Sin embargo, la realidad golpea a las familias, que no pueden pagar la cuota social de sus hijos, lo que representa una disminución en los ingresos.
Ser local en la Liga Confluencia tiene un costo considerable, aproximadamente 500.000 pesos por fin de semana. Raúl Romera, presidente de Mainqué, lamenta que, a pesar del apoyo municipal, la subida de precios les obliga a paralizar proyectos, como la construcción de un gimnasio.
Diego Regazzi Harina, de Atlético Regina, relata cómo buscan sponsors y generan fondos "a pulmón" para avanzar con obras y cubrir viáticos. La situación es similar en Neuquén, afectando más a los equipos del interior, como Don Bosco de Zapala, que debe recorrer largas distancias para disputar encuentros.
El traslado de una ciudad a otra en Lifune alcanza los 5.000.000 de pesos en los primeros tres meses, con el costo recaído en familias e instituciones. Jorge Badilla, presidente de Don Bosco, explica: "Con la recaudación, alcanzamos a cubrir el 60% de los gastos".
En la capital, Ariel Koon, presidente de Confluencia, destaca una preocupante disminución del 30% en el número de jugadores. Alza la voz y señala: "El gobierno provincial debería escuchar a los clubes, y la liga debería ayudar con medidas excepcionales".
A pesar de estos desafíos, los dirigentes destacan que el amor por los colores de sus clubes los mantiene firmes. La competencia y el rol social del deporte en cada ciudad son fuerzas motrices que los impulsan a seguir adelante, enfrentando la crisis con determinación y pasión por el fútbol.
Fuente: Diario Río Negro