Escándalo en Centenario por un plan de asfalto impagable ¿qué pasó?

El reclamo derivó en una rápida intervención de la Municipalidad, para volver a llamar a los frentistas, renegociar otros valores y una quita de intereses debido a que los montos eran "impagables" por la situación económica. Incluso, algunos vecinos, que manifestaron no poder hacer frentes a esa obra, pedirán la excepción al Concejo Deliberante.

Se trata de una obra que se impulsó hace unos meses, para 134 lotes del barrio Ruca Niyeu, un sector donde conviven viviendas residenciales y empresas. 

Los únicos planes de asfalto que se hicieron en estos años, fueron con fondos nacionales. Pero cuando el gobierno de Javier Milei cortó los fondos de la obra pública, tanto las provincias y los municipios adoptaron otros mecanismos. Centenario es una ciudad que se estancó en obras de asfalto. Pocos los pagan y el dinero para hacerlo venía de Nación. 

Los vecinos reclamaron el asfalto en ese sector de la ciudad, pero lo tienen que pagar en un 100%. Es decir, que el régimen de contribución por mejoras, donde la comuna ponía el 40% de la obra y el resto los vecinos, ya no está vigente. También, durante años, se hicieron obras donde los vecinos casi no pagaron un centavo. Sobre todo, el asfalto. 

El registro de oposición a la obra se publicó el 2 y 3 de septiembre pasado y había 10 días corridos para oponerse a la obra, que tenía un costo total de 857.437.018 pesos. Se iba a hacer mediante un convenio con una conocida empresa local. Cada frentista promedio iba a pagar por el asfalto frente a su casa, 6.398.683 pesos.

La obra pública es cara y el estado se retiró

Para oponerse, había que juntar el 30% de los frentistas, pero los vecinos no lo lograron. En su lugar y luego del revuelo en el vecindario, hubo una reunión entre el intendente Esteban Cimolai, el secretario de Hacienda y Finanzas, Leandro Lucero y los vecinos del barrio Ruca Niyeu. 

Después hubo otro encuentro con los concejales donde se acordó bajar los intereses de algunas cuotas. Algunos vecinos, directamente, manifestaron no poder pagar esos valores.

"Había poco tiempo para oponerse, todos fue muy rápido y nos llegó directamente el plan de pago, quedamos sorprendidos", dijo uno de los vecinos del barrio.

Es que de acuerdo al plan de financiación del asfalto, los vecinos iban a tener un 20% de descuento por el pago contado del asfalto, que si bien revaloriza las propiedades, puede ser caro para cualquier bolsillo. En ese caso, para el pago único al contado, el valor propuesto fue de 5.119.023 pesos.

En el caso de las seis cuotas, la Municipalidad ofreció que sean sin interés en su momento, pero igual, para muchos seguía siendo caro: eran pagos de 1.066.043 pesos por mes, durante medio año. Después hubo alternativas de cancelación, en 9 cuotas, pero con un 20% de interés, es decir, 827.022 pesos mensuales.

Luego aparecieron otras "facilidades" con el 30% más de intereses: 12 cuotas de 693.201 pesos; 18 cuotas de 515.457 pesos; 24 cuotas de 426.585 pesos; 36 cuotas de 337.713 pesos y 48 cuotas de 293.277 pesos. 

Luego del reclamo vecinal, se acordó la quita de intereses a las financiaciones más grandes, donde el valor promedio de la cuota a pagar en dos años será de unos 150 mil pesos. Además, se formalizó un registro de personas que no pueden afrontar el costo por la situación económica.

Asfalto: deudas y recaudación

Se acordó también que quiénes no puedan pagar el plan de asfalto, tampoco tendrán "deudas con la Municipalidad", aunque todavía no se sabe qué beneficios, más allá de la obra misma, tendrán los contribuyentes cumplidores. Entre los vecinos se sabe que la comuna ha implementado una política fuerte de recaudación, incluso con estudios de abogados.

Se sabe, sin embargo, que en otras localidades, hay un régimen de contribución, donde la comuna paga un porcentaje del asfalto.

En Centenario, durante años, y sobre todo cuando estaba el flujo de fondos de Nación en los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (más el último de Alberto Fernández), no se cortó la obra pública. Pero tampoco había una política de recobro de las obras.

"Prácticamente, eran gratis en la gestión anterior, nadie las pagaba, ni se preocupaban por cobrarlas", sentenció una fuente de la comuna". 

Ahora, la política cambió y el valor real de los servicios llega en plena crisis. Hay un "pacto de gobernanza" entre el gobierno provincial y la municipalidad para reanudar la obra pública. Pero la carga máxima recae sobre los vecinos, que no solo tiene que abonar las obras, sino las altas boletas de electricidad, el gas, las cuotas de las viviendas, hipotecas y el costo de vida. Así, pocos pueden hacer frente a la obra pública.

Fuente: Medios