Educación. El primer desafío del gobierno neuquino

La igualación social ha dejado de ser un rasgo esencial del sistema público de educación. El derecho a aprender y formarse para encontrar lugar en un mercado laboral cada vez más exigente está francamente dañado en la república argentina. Un proceso lento pero sin pausa que devuelve, en retrospectiva, un degradé en cantidad y calidad. No solo la transmisión de conocimientos técnicos y profesionales, también el proceso de socialización y el desarrollo de valores compartidos para vivir en comunidad que la educación supone, han dejado de ser parte de los objetivos alcanzados por el sector público. Un diagnóstico que hasta hace pocos años en la argentina era censurado rápidamente. Una realidad.

Los sectores medios, los que pueden, destinan buena parte de sus recursos a intentar "sacar" a sus hijos del sector público e insertarlos en instituciones educativas de gestión privada. Lejos quedaron aquellos años en los cuales la escuela estatal funcionaba como lugar de encuentro de los más diversos orígenes sociales y económicos. Dulce ironía, hasta los funcionarios políticos y sindicales, co - responsables de la situación, optan por la educación privada para sus pequeños descendientes. Una confesión de parte que exime de pesimismo a lo antedicho.

La provincia de Neuquén no es la excepción. Durante años, el inicio de clases en tiempo y forma se fue transformando en poco menos que una utopía. El cumplimiento de los "180 días de clases", requisito mínimo indispensable para hablar de "algo que funciona", está lejos de ser una realidad. Aunque los motivos son diversos, la mayor parte de ellos se concentran en desacuerdos salariales, pujas por las condiciones laborales y problemas edilicios. De a poco, hemos naturalizado la mala calidad educativa. Aunque el sistema público de educación en la provincia sigue siendo una herramienta fundamental para los que menos tienen, devuelve mucho menos de los deberíamos esperar de las oportunidades que supone.

El desafío del gobierno Neuquinizate...

"El rol que debe tener del Estado" respondió Rolando Figueroa cuando fue consultado sobre aquello que diferencia a su gestión del gobierno de Javier Milei. Lejos de saltar hacia fórmulas privatistas y liberales, la precaria situación del sector público conduce al gobierno neuquino a una conclusión diferente a la que suscriben en la casa rosada. Los neuquinizantes pretenden la recuperación del Estado desde la buena administración antes que la eliminación de sus funciones esenciales. La apuesta por mejorar el sistema educativo responde a esa definición.

De allí que la primera medida anunciada por el gobierno neuquino recién asumido haya sido el "El plan de Becas Gregorio Álvarez". Una iniciativa que involucra cuantiosos aportes del Estado, pero también compromete a las grandes empresas de la industria hidrocarburífera para subsidiar el acceso a la educación de más de veinte mil neuquinos. De allí que la discusión sobre el cuidado del recurso público haya involucrado una puja frontal con quienes dentro del cuerpo docente abusaban de licencias médicas injustificadas. Medidas que tal vez de no haber existido, y a propósito de la resignación social, a pocos se le hubiera ocurrido reclamar.

En la misma línea, esta semana la ministra de educación Soledad Martínez, detalló en declaraciones públicas el trabajo que se lleva adelante para que las clases comiencen, por primera vez en muchos años, en tiempo y forma. Las acciones incluyen el "Plan de verano con intervenciones en 200 escuelas en toda la provincia, basado en mejoras más allá del mantenimiento regular". Se trata de la primera etapa de una planificación para intervenir en forma directa los 700 establecimientos del sistema educativo. Además, existe en la agenda de gobierno, la construcción de 35 nuevos establecimientos. "Toda la inversión se financia íntegramente con presupuesto provincial" concluyó la ministra.

La puesta a punto de la infraestructura escolar se combina con el acuerdo salarial que en el mes de octubre el gobierno firmó con los sindicatos del sector público. Un hecho inédito que incluyó en el presupuesto 2025 las partidas destinadas a cumplir con la liquidación de haberes actualizadas por IPC durante el nuevo ciclo lectivo. Un motivo más que brinda al gobierno provincial la expectativa de "comenzar las clases" el próximo 25 de febrero.

La apuesta a "levantar" la calidad del sistema público de educación no es para el gobierno de Rolando Figueroa una idea suelta. Se inscribe en los mandamientos que los funcionarios repiten cuando son consultados por el rumbo de la gestión: educación, salud, seguridad, desarrollo económico. La educación pública se exhibe desde el gobierno Neuquinizate como uno de los objetivos por los cuales quisieran ser evaluados. "Tenemos que lograr que la idea de ordenar para redistribuir sea corroborada por la ciudadanía en resultados concretos" lanzó un alto dirigente consultado. El inicio de ciclo 2025 será un hecho testigo para la intención de la gesta Neuquinizate: demostrar que el Estado lejos de ser suprimido debe recuperar su relación con los neuquinos.