Ocho recomendaciones para regular el uso de energía y pagar menos
Desde la Dirección General de Eficiencia Energética se realizó un informe sobre cómo se pueden cuidar los recursos con mayor eficiencia.
La energía llega a los hogares a través de una extensa cadena de procesos e infraestructura. En Argentina el 85% de la oferta interna de energía proviene de fuentes fósiles, esto significa que lo que consumimos tiene emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas, las cuales contribuyen a la crisis climática.
La iluminación, la cocción de los alimentos y la calefacción en la mayoría de los hogares depende de la electricidad. El uso racional y eficiente de la energía significa lograr los mismos beneficios usando las mínimas cantidades de energía posible. Estas cantidades nos permiten reducir el consumo, sin disminuir el confort, reduciendo a la vez los costos de facturación energética y las emisiones de GEI asociadas y disminuir el valor de las boletas de energía.
Según datos de 2016, en Neuquén el 36% del consumo de energía corresponde al sector residencial. Considerando los consumos de gas natural, electricidad, GLP y leña, el 77% de toda la energía consumida en los hogares neuquinos se destina a calefacción.
El segundo uso más importante es el calentamiento de agua de 11% sobre el total. Le siguen la cocción de alimentos con un 7% y la conservación de alimentos con un 2%.
Para comenzar a hacer un uso racional y eficiente de la energía debemos enfocarnos en los usos que más consumen. La calefacción y el calentamiento de agua sanitaria asociados al consumo de gas natural y la conservación de alimentos al consumo de electricidad.
Con respecto a la calefacción, depende de otras características como la localización geográfica, tipo de envolvente y tipo de vivienda. Pero existen medidas para gestionar mejorar el consumo, modificando hábitos de uso o realizando inversiones moderadas que pueden tener grandes impactos y, a su vez, pueden mejorar el nivel de confort para el usuario.
Tanto para calefacción como para refrigeración, aislar térmicamente la envolvente de una casa es crucial para reducir las pérdidas de calor en invierno y las ganancias en verano. De esta manera, podríamos reducir el consumo de energía para climatización entre un 30% y un 60%.
Recomendaciones:
- Colocar burletes en puertas y ventanas para reducir las infiltraciones de aire, o cambiar burletes viejos.
- En invierno, aprovechar la incidencia directa del sol abriendo cortinas de ventanas con orientación norte.
- Cerrar cortinas y/o persianas durante la noche, para amortiguar el efecto de las temperaturas bajas del exterior.
- Calefaccionar a una temperatura ambiente de entre 18 y 20°C, evitar sobrecalentar los ambientes y generar saltos térmicos que puedan ser perjudiciales para la salud.
- No abrir ventanas para bajar las temperaturas.
- Apagar el piloto del calefactor a gas cuando no se use.
- Utilizar artefactos de clase de eficiencia energética A o superior.
- Evitar las estufas eléctricas a resistencia, suelen ser las más económicas de adquirir, pero son las más caras de mantener teniendo en cuenta el costo energético.
Fuente: LMN