Por las crecidas, el Gobierno calcula daños en 3000 millones de pesos
Unas 50 familias fueron evacuadas porque sus casas quedaron bajo el agua, la mayoría construidas sobre la ribera. La inundación destruyó puentes, caminos y chacras en el norte neuquino. ¿Cómo se trabaja para recomponer la situación?
A una semana de las inundaciones en el norte neuquino que provocó las crecidas del río Neuquén, los daños se calculan en 3000 millones de pesos, según voces del gobierno local. Unas 50 familias de la provincia fueron evacuadas porque sus casas quedaron bajo el agua, la mayoría son construcciones instaladas de forma irregular, sobre el cauce del río o en los límites de la ribera.
El temporal arrasó con puentes, caminos y tierras productivas, y al día de hoy se trabaja en forma coordinada con Defensa Civil, Gendarmería, Ejército Argentino, Bomberos, Cruz Roja, los municipios afectados (Vista Alegre y Centenario, sobre todo) y el Gobierno provincial, entre otras áreas estatales y organismos civiles que llevan adelante colectas u ollas populares para ayudar a las personas damnificadas.
Estiman que la restauración en la zona llevará meses, debido a las condiciones climáticas en invierno y los pronósticos de nuevas lluvias que pueden afectar nuevamente las tareas ya que "con lodo no se puede trabajar", indican los técnicos que se encuentran en el lugar. De hecho, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió este jueves un alerta por nieve para el fin de semana en la provincia que afectará a la cordillera y norte de la capital neuquina. Mientras que la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) advirtió un sistema frontal con precipitaciones para viernes y sábado.
Las localidades más afectadas por el aumento del caudal del río Neuquén son Centenario, Vista Alegre y San Patricio del Chañar, además de Sauzal Bonito, aguas arriba del complejo Cerros Colorados, en donde el cauce avanzó decenas de metros hasta la zona de chacras y viviendas.
En las tareas de reparación en estas zonas, se han dado eventos de todo tipo, desde familias habitando sus hogares con el agua a las rodillas por temor a robos si se van, autoevacuados, el drástico rescate de unos 70 animales -entre mulas, caballos y vacas-, otros que no se pudieron salvar, y hasta el descubrimiento de restos arqueológicos de más de 2000 años en la localidad de Andacollo.
El representante de Neuquén en la AIC, Elías Sapag, recordó que "en el 2008 tuvimos una crecida extraordinaria, de 6.400.000 mililitros por segundo; y esta fue de 7.400.000 mililitros por segundo y fue importante en volumen porque duró varios días, fueron cuatro días en total para su descenso".
Al ser el río Neuquén "un río blando, sin regulaciones, al no tener lagos naturales ni bosques como sí lo tiene el Limay, toda agua que toca la tierra corre rápidamente hacia los cauces de los arroyos y los ríos -explicó Sapag-. Y tenemos una sola represa sobre el río Neuquén, que es el complejo Cerro Colorado donde desviamos esta crecida", detalló sobre el trabajo a destajo que hoy realiza personal especializado.
Sapag fue contundente al definir la inundación: "Aguas arriba hizo un desastre, destruyó puentes, caminos, casas, edificios públicos, chacras. El daño se calcula en 2500 o 3000 millones de pesos sólo en esta primera evaluación que estamos haciendo", manifestó en referencia a las pérdidas materiales que dejó el temporal y a las obras que deben realizarse para su reconstrucción.
Sobre la estrategia de "desagote" del río, el funcionario sostuvo: "Estuvimos al borde de ir por el vertedero con tanta agua, y debemos guardar los tres metros del embalse, espacio que se deja para la crecida, así evitamos un mal mayor". No obstante, advirtió: "El tema es que estamos en invierno y puede venir otra crecida".
En este sentido, Elías Sapag volvió a criticar y reclamar a la Nación su inasistencia, que la calificó de "ausencia total y destrato" desde hace años. "Hace años que venimos anticipando que esto podía ocurrir, que por eso es necesario contar con una represa aguas arriba", expresó en alusión a la construcción de la represa multipropósito Chihuido.
"El hecho de no haber logrado hacer Chihuido influyó para esta catástrofe. Porque el Limay tiene cinco represas, entonces todas las crecidas no generan problemas. Aquí, al contar sólo con una represa, tenemos que jugar entre las necesidades de uso -ciudades, riego, industria y energía- y la crecida como la que ha venido. Así que es muy difícil el trabajo, máxime si la gente se ubica dentro de la línea de la ribera y no podemos hacer uso de la capacidad para evacuar la crecida".
Este punto es el que más conmociona a la población damnificada que ve hundirse el mayor de sus sueños cumplidos como es el del techo propio. "Hay gente indeseable que ha hecho loteos y ha vendido las tierras a familias sin hacer las obras necesarias de defensa ante una posible crecida como ésta y hoy tienen sus casas bajo el agua", dijo Elías Sapag. Y agregó: "Algunas familias damnificadas ahora reclaman al gobierno en vez de reclamar a quienes le vendieron el terreno transgrediendo las normas, sin autorizaciones correspondientes y generando ganancias indebidas de un hecho que hoy es trágico". "Una vivienda en una familia es un proyecto de vida, nadie construye su casa para que se inunde", concluyó.
Construcciones no autorizadas a la ribera del río
Sobre este aspecto, desde Neuquén Post, charlamos con Cristian Pieroni, presidente del Concejo Deliberante de Centenario, quien afirmó que barrios como Villa Obrera, instalados a orillas del río, "son asentamientos irregulares" que debieron ser evacuados. Y habló de la forma irregular en la que se han levantado complejos y viviendas, "sin respetar los límites ribereños". "Por ejemplo, del barrio Porvenir, en la parte de la isla, se autorizó una chacra con fines productivos y resulta que después se construyó un condominio. También hay otro en calle 7", criticó.
Y defendió el accionar del municipio: "En las zonas ribereñas tienen que ser autorizadas las construcciones. Son zonas inundables. El municipio los había notificado y les ofrecía terrenos sociales. Están ahí por una necesidad habitacional. Los controles existen, las herramientas del municipio a veces no son suficientes, no puede el municipio ir a tirar con una topadora los barrios. Multas, notificaciones, todas las herramientas se utilizaron, pero no pasó nada. Y hoy lamentamos este desastre".
Post inundación la asistencia es vital para las familias que no pueden volver a sus hogares. Así es como la solidaridad se hace presente a través de organismos estatales pero también de la sociedad civil. Se han entregado vestimentas, ropa de cama, colchones, alimentos y medicamentos a quienes lo necesitan a raíz de esta crítica situación. Y las colectas y ollas populares siguen vigentes, en tanto espacios municipales -como un polideportivo- abren sus puertas para brindar techo a las familias que no tienen adónde refugiarse.
¿Y cómo están las cosas? "Bueno, están mal. Porque con esto, en vez de poder sacar el agua en un día, nos va a llevar 20 días, siempre y cuando no siga lloviendo. Necesitamos que caiga nieve así guardamos para la primavera y el verano y el clima acompaña a secar", expresó Elías Sapag.
Y deseó que "en los próximos 20 días podamos mantener los 550 mililitros por segundo -50 derivados por el canal y 500 aguas abajo- porque no tenemos otra alternativa que combatir la crecida de este modo".
Debido a la sequía, el ingeniero Sapag recordó que "estábamos acostumbrados a unos 50 mililitros de agua por segundo, entonces la gente se instaló a las márgenes del río. Pero la naturaleza hace lo suyo cuando quiere, y debemos respetarla". Y volvió a cargar contra la indiferencia del Gobierno Nacional para construir otra represa en el lugar: "Al no haber existir la represa Chihuido complica aún más el panorama. Con las ganancias de las concesionarias hidroeléctricas se podría haber hecho, pero Nación sigue negándose a sentar a la mesa a Río Negro y Neuquén para definir en conjunto".
Para el representante de Neuquén en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) "es lo de siempre, estamos con esta situación terrible y no hemos recibido nada de Nación; desde hace 15 años, a ellos sólo les interesa una energía limpia, firme y barata; venimos teniendo el mismo destrato, sea con Cristina Kirchner, con (Mauricio) Macri o con Alberto Fernández".
La postura de Sapag y el gobierno actual de Omar Gutiérrez -que se encuentra en retirada tras perder las elecciones después de seis décadas de gobierno emepenista- "es crear una empresa tripartita con Buenos Aires, Río Negro y Neuquén para que con el resultado de la energía formar un fideicomiso para la construcción de represas".
"Es la tercera vez en 30 años que el río Neuquén nos atropella y todavía no podemos responder como es debido porque con más represas estas inclemencias traerían consecuencias más benévolas", reflexionó. Y concluyó: "El conflicto está y no damos solución definitiva, por eso seguirá inundándose el alto valle".