Las recomendaciones de la OMS para el consumo diario de frutas y verduras
La Organización Mundial de la Salud (OMS) presenta pautas para una alimentación saludable, destacando la cantidad ideal de frutas y verduras a ingerir diariamente para prevenir enfermedades relacionadas con la alimentación.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una serie de consejos enfocados en la importancia de una alimentación balanceada y saludable, con el objetivo de reducir el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer asociadas a hábitos alimenticios poco saludables.
En sus recomendaciones, la OMS enfatiza la relevancia de incorporar frutas y verduras en la dieta diaria.
Para los adultos, se sugiere un consumo diario de 400 gramos de frutas y verduras, acompañado de 25 gramos de fibra alimentaria natural.
Para los niños, las pautas varían según su rango de edad: aquellos de dos a cinco años deben ingerir al menos 250 gramos de frutas y verduras por día; para los de seis a nueve años, la cantidad recomendada asciende a 350 gramos diarios; mientras que los niños de 10 años o más deberían consumir al menos 400 gramos de frutas y verduras al día.
La OMS subraya la importancia de adaptar la alimentación a las características individuales de cada persona, considerando factores como edad, sexo, estilo de vida, actividad física, contexto cultural y disponibilidad de alimentos locales. No obstante, resalta que los principios básicos de una alimentación saludable son comunes a todos.
Para fomentar el consumo adecuado de frutas y verduras, la OMS sugiere incluir verduras en todas las comidas, consumir frutas y verduras frescas como tentempiés, optar por productos de temporada y variar la selección de frutas y verduras en la dieta.
Además, el OMS recomienda reducir el consumo total de grasa a menos del 30% de la ingesta calórica diaria, limitar el consumo de grasas saturadas a menos del 10% y evitar las grasas trans en su totalidad. En su lugar, se alienta a sustituir las grasas saturadas y trans por grasas no saturadas, especialmente grasas poliinsaturadas, como parte de una estrategia para prevenir el aumento de peso no saludable y enfermedades no transmisibles.
Fuente: Medios