El policía que mató en un taller mecánico irá a juicio por "homicidio simple"
La controversia entre los fiscales y los abogados de ambas partes llevó a que el debate lo resolviera este lunes el juez de Garantías Lúpica Cristo.
Para la fiscalía, el oficial ayudante de la policía de Neuquén Nicolás Leopoldo López (29) cometió un homicidio simple agravado por el uso de armas, que tiene una pena mínima de 10 años y 8 meses de prisión.
La querella, que representa a los padres de la víctima Diego Nicolás Escobar (28), quiere que vaya a juicio por jurados porque tiene la expectativa de que lo condenen a prisión perpetua, debido a su condición de policía. Y la defensa argumenta que fue un homicidio culposo, porque el uniformado no tuvo intención de matar.
Esta controversia dio lugar a un largo debate que resolvió este lunes el juez de Garantías Marco Lúpica Cristo: la causa fue elevada a juicio por homicidio simple agravado por el uso de armas, e intervendrán tres jueces profesionales quienes decidirán si López es culpable o inocente. La fecha aún no se determinó.
No le aplicó el agravante del abuso de la función policial reclamada por la querella porque el hecho no ocurrió durante un operativo ni López utilizó su cargo en beneficio propio, según argumentó el magistrado.
La decisión dejó disconformes a las partes. El abogado Marcelo Hertzriken Velasco quiere que sea tenido como querellante Carlos Andrés Escobar, primo de Diego, a quien el policía le gatilló antes pero la bala no salió.
Y el defensor Omar Nahuel Urra insiste en su teoría del homicidio sin intención. Quiere demostrar que fue la propia víctima la que le dijo a López que le gatillara en el pecho con su arma reglamentaria, como un juego.
Cómo fue el homicidio
El homicidio ocurrió en un taller propiedad de Cristian Gatica, ubicado en 12 de Septiembre 885, el jueves 9 de marzo pasado a las 15.30. Diego Escobar, padre de dos niños, estaba haciendo una changa desde el martes.
Se conocían con López hacía años. El policía prestaba servicios en la comisaría 41; el jueves le cambiaron la guardia, salió de franco a las 12, y alrededor de las 14:35 les avisó que pasaría por el taller a visitarlos. Tenía dos años de antigüedad en la policía.
Llegó vestido con su uniforme. En la entrada del taller se cruzó con Carlos Escobar, quien salía a comprar una gaseosa. Sin decir palabra, desenfundó su pistola Bersa 9 milímetros color negra y le gatilló al pecho. El proyectil no salió.
Su amigo se asustó y le dijo "No hagas eso, no es un juego".
López siguió hacia el interior del taller, donde Diego y Lucas trabajaban en un automóvil. Gatica creyó verlo hacer algún movimiento con la pistola.
Siempre sin mediar palabra, López le apoyó el cañón en el pecho a Diego, gatilló, y el estruendo sacudió todo el taller.
"La cagué", dijo el policía. El proyectil atravesó el corazón de su amigo, salió por la cintura y rebotó contra una pared. López le hizo RCP y llamó a una ambulancia con su teléfono.
El policía fue golpeado por familiares de la víctima y detenido de inmediato. Está con prisión preventiva desde ese día, a la espera del juicio oral.
Fuente Diario Río Negro