¿Es difícil comprarse una casa en Estados Unidos?
La tasa hipotecaria a treinta años es la más alta de los últimos 20 años. Las ventas caen de manera muy marcada y no hay señales de cambio.
El mercado inmobiliario de Estados Unidos se encuentra en una situación de alta tensión, marcada por una tasa hipotecaria a treinta años que alcanza sus niveles más altos en las últimas dos décadas. Esta tendencia, resultado de los incrementos en las tasas de interés, ha generado una creciente dificultad para que los estadounidenses puedan adquirir viviendas.
Además, la falta de oferta en el mercado está exacerbando esta problemática, y no se vislumbran señales de cambio en el horizonte cercano.
El economista Ken H. Johnson, especialista en el sector inmobiliario de Estados Unidos, anticipa que "será difícil comprar una casa durante varios años hasta que la oferta se incremente". Asimismo, pronostica una disminución significativa en el número de compraventas en los próximos meses debido a estas condiciones adversas.
Según los datos más recientes de la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR), el Índice de Ventas de Viviendas Pendientes (PHSI), que se basa en la firma de contratos, registró una caída del 7,1 % en agosto, con una disminución interanual del 18,7 %.
El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano también informó que las ventas de casas unifamiliares nuevas en agosto cayeron un 8,7 % con respecto a julio, mientras que las solicitudes de hipotecas disminuyeron un 6 % en la semana que finalizó el 29 de septiembre, marcando la caída más pronunciada desde abril, según datos de la Asociación de Banqueros Hipotecarios de América.
Estos desafíos se producen en un contexto en el que las tasas de interés se encuentran en su nivel más alto en dos décadas, tras once aumentos realizados desde marzo de 2022 por la Reserva Federal para controlar la inflación. Los expertos sugieren que podrían aumentar aún más antes de que termine el año.
El principal problema
No obstante, el problema más acuciante en el mercado inmobiliario estadounidense es la falta de oferta, que se ha agravado con el aumento de las tasas de interés. Jeffrey P. Cohen, experto en bienes raíces de la Universidad de Connecticut, señala que los propietarios de viviendas reacios a vender están contribuyendo a la escasez de oferta, ya que enfrentarían tasas hipotecarias significativamente más altas al comprar otra propiedad.
A pesar de estas dificultades, algunos expertos evitan calificar la situación como una "crisis inmobiliaria". Ken H. Johnson destaca que la probabilidad de una crisis es pequeña debido a la extrema escasez de viviendas disponibles. Por otro lado, Cohen considera que se trata de una crisis de suministro que está impulsando el aumento de los precios, en contraposición a la crisis financiera de 2008, que se centró en ejecuciones hipotecarias y problemas de pago.
Fuente: Medios