Rumbo al pacto de mayo
Milei finalmente invitó a dialogar a los gobernadores. Una propuesta algo extraña pero convocatoria al fin. Tras un minucioso recorrido por los desfases de la administración pública que el gobierno nacional comenzó a corregir, el mandatario invitó a los gobernadores a firmar el Pacto de Mayo. Ni la fecha ni el lugar del encuentro carecieron de picardía y clara intención. Una fecha patria con clara connotación revolucionaria y fundacional. Coincide también con la jura de Néstor Kirchner como presidente de la nación en 2003. Será en la provincia de Córdoba, ícono de la traición que la casa rosada le atribuyó a los gobernadores tras el naufragio de la ley ómnibus.
Una negociación política en vivo y en directo. Los niveles de audiencia del discurso presidencial alcanzaron picos del 51 por ciento. Valores solo superados por la selección argentina durante el mundial de fútbol. En ese marco, el presidente decoró con su estilo sui géneris la propuesta: me aprueban la ley ómnibus y los recibo para firmar un gran acuerdo que tal vez incluya algo de oxígeno financiero. "Javier no tiene que dialogar con los gobernadores, los gobernadores tienen que dialogar con Javier" resumió en off una alta fuente del círculo libertario. La diferencia es sutil pero no menor. En rigor, los diez puntos trazados por el presidente apuntan a consolidar objetivos básicos y hasta obvios: inviolabilidad de la propiedad privada, equilibrio fiscal, reducción del gasto público, desregulación laboral, reforma previsional, reforma política, y un marco de explotación de los recursos naturales. Tal vez el punto anzuelo para los gobernadores sea el número 5: "La rediscusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar para siempre con el modelo extorsivo actual". El decálogo es casi un copy paste del consenso de Washington que diera forma a la expansión neoliberal de fines del siglo pasado.
¿Qué pueden hacer los gobernadores?
A excepción de tres provincias, Javier Milei ganó el ballottage en todo el territorio nacional. Buena parte del electorado que votó a los gobernadores combinó su preferencia con la elección del libertario a nivel nacional. Es un dato político que invita a diagramar las agendas provinciales entendiendo el clima de época. La austeridad en la administración pública y la lucha contra los desajustes económicos y morales de la dirigencia tradicional alcanzan un nivel de consenso pleno en la ciudadanía. Es el terreno en el cual disfruta pararse Milei, un outsider de la política que se legitima más por la crítica al statu quo que por la afirmación de un programa liberal clásico de consecuencias no demasiado nítidas.
Los tres caminos posibles frente al convite están bastante claros. Los mandatarios kirchneristas asumirán su único rol posible: la reconstrucción de una oposición de centro izquierda que por ahora solo intenta recuperarse del mareo del último revés en las urnas. Con base en la provincia de Buenos Aires, anclarán sus posiciones en la crítica permanente frente al "desalmado ajuste" y buscarán concurrencia con las protestas sociales que prometen crecer desde sindicatos y organizaciones sociales. Los mandatarios afines a la alianza pro-libertaria celebrarán con su asistencia al Gran Pacto patrio. "Los del medio", los partidos provinciales, sin alineamientos obligados con las estructuras nacionales, gozan y sufren el margen de acción que la coyuntura les provee.
Con las ventajas y desventajas de los equilibrados, los gobernadores "del medio", exploran un discurso propio entre los dos extremos del escenario nacional. Una prédica que asume la necesidad del "ordenamiento de las cuentas públicas" y un Estado más eficiente, sin llegar a la quimera de un liberalismo clásico promercado que aborrece todo lo que no esté en manos del sector privado. Se trata de una defensa del Estado desde su buena administración, que aprueba el rol proactivo del sector público en el desarrollo económico siempre y cuando se administre con cautela, austeridad y transparencia. Absorber lo mejor de los dos mundos permite, por ejemplo, sostener las empresas provinciales frente al aluvión privatista que preparan en la casa rosada, el reconocimiento por la explotación de sus recursos naturales y algún alivio fiscal en un nuevo esquema de los recursos coparticipables.
La apertura del año político en Neuquén
Esta semana el gobernador de la provincia de Neuquén, Rolando Figueroa, inauguró las sesiones ordinarias ante la Honorable Legislatura. El recorrido por las cuentas públicas incluyó un exhaustivo repaso por la merma de recursos tras los ajustes del gobierno nacional. Coparticipación, transferencias directas, subsidios y obra pública conforman un flujo de varios miles de millones que la provincia ya no recibe. Una excelente oportunidad para argumentar en favor de la inevitable austeridad en la cual se embarcó el gobierno neuquinizante desde el día uno. Se trata de un ordenamiento del Estado ante el ajuste nacional y el despilfarro provincial de los últimos años.
Acto seguido, el mandatario neuquino detalló los recortes que transitó el nuevo gobierno provincial en sus primeros meses. Treinta y dos mil millones de pesos al año ahorró el Estado neuquino tras una drástica disminución de la planta política y gastos de funcionamiento tan llamativos como innecesarios. Fueron algunas de las pruebas de vocación de cuidado del recurso público que repiten todos los voceros gubernamentales. "Bajó a toda la comitiva del viaje, solo habilitó al ministro". La frase pertenece a un agente del gobierno. Ante la intención de una comitiva gubernamental de acompañar al ministro de turismo a hacer gestiones al exterior, Figueroa habría negado a todos los anotados la posibilidad de viajar. "Solo va el ministro". Una de las tantas anécdotas que describen la dedicación personalizada que el gobernador dedica a la reeducación de los funcionarios públicos.
El último tramo de la alocución ante la legislatura fue la apuesta irrestricta a la producción. Lejos de las intentonas de paros en Chubut y Tierra del Fuego, Figueroa ponderó la necesidad de producir cada vez más. Incluso las protestas deberían ser "produciendo más y no menos". Un tramo del discurso destinado a los inversores actuales y potenciales de Vaca Muerta que esperan un gesto de previsibilidad argentina para apostar al mediano plazo en sus inversiones directas.
El 25 de mayo es el nuevo horizonte calendario. Serán tres meses de posicionamientos, estrategia y renovación del escenario político. El programa libertario estableció fecha y rumbo. ¿Qué tan flexible será la discusión sobre el decálogo propuesto por Milei en el congreso? Es una pregunta que encontrará respuestas parciales en la negociación cotidiana que cada gobernador establezca con los interlocutores válidos del gobierno nacional. Por ahora, la convocatoria al diálogo se trata de una "oferta que los gobernadores difícilmente puedan rechazar".