El Gobierno del Chubut decretó el Estado de Emergencia Ígnea en toda la zona cordillerana hasta el 30 de abril de 2026, ante el riesgo creciente de incendios forestales. La medida, firmada por el gobernador Ignacio Torres y refrendada por los ministros Victoriano Eraso Parodi (Gobierno) y Miguel Arnaudo (Economía), apunta a reforzar la prevención y el control durante la temporada alta.
El decreto prohíbe la generación de fuego al aire libre en terrenos públicos o privados no habilitados, incluyendo faenas, fogatas, quemas y cualquier actividad con riesgo de ignición. La restricción alcanza a campings, complejos turísticos, clubes deportivos y áreas recreativas, que deberán aplicar controles y vigilancia adicionales.
El Ejecutivo provincial instruyó a todos los organismos públicos a actuar de forma inmediata ante cualquier foco ígneo y a iniciar, a través de la Fiscalía de Estado, acciones civiles y penales contra quienes resulten responsables de incendios. Los municipios fueron convocados a adherir al esquema provincial, con medidas preventivas y campañas de concientización.
El Servicio Nacional de Manejo del Fuego advirtió sobre el aumento de biomasa y acumulación de material combustible, junto con condiciones climáticas que elevan la probabilidad de incendios en verano. El decreto autoriza la asignación de fondos extraordinarios para la compra de equipos, obras, servicios y gastos operativos destinados a combatir el fuego.
El antecedente inmediato es el incendio ocurrido semanas atrás cerca de la Reserva Natural Laguna La Zeta, en Esquel, que demandó la intervención de brigadistas, bomberos, policías y personal del Ejército Argentino. Según el Servicio Provincial de Manejo del Fuego, el siniestro se habría originado cuando una bala disparada durante ejercicios militares impactó en una piedra y encendió la vegetación seca, afectando entre 2,5 y 5 hectáreas.
“El combustible fino está muy disponible para arder y la fricción de una bala sobre una piedra puede generar una chispa que encienda el pasto”, explicó el secretario de Bosques, Abel Nievas.
La emergencia ígnea busca evitar episodios similares y proteger a las comunidades de la cordillera, donde cada verano el fuego amenaza viviendas, bosques nativos y recursos productivos.







